INTRODUCCIÓN

Las personas expuestas a las anomalías muchas veces acaban sufriendo mutaciones. Los efectos de las anomalías afectan los órganos internos y tejidos del ser humano a una muerte lenta y sufrida. Estas mutaciones y deformaciones acaban espantando los stalkers que terminan por expulsar de los campamentos los que un día fueran sus compañeros.

Estos 'rechazados' de los stalkers, están forzados a vagar por la Zona en búsqueda de comida alargando su miserable existencia en búsqueda de una muerte rápida. Los continuos cambios de la Zona y su mente humana, convierten a estas criaturas en seres imprevisibles - atacan a todo lo que se mueva. En ocasiones, incluso comen los cadáveres de otros seres que corrieron mejor suerte que ellos.

Los stalkers no se preocupan demasiado por estos rechazados, y muchas veces van a cazarlos. Incluso se han llegado a utilizar como carne de cañón enviándolos, por ejemplo, a los campos de anomalías. Las tropas gubernamentales intentan proteger estos rechazados del resto de stalkers, e incluso se han dado casos de gente de las afueras de la Zona ayudando en unas especies de campamentos de refugiados, para que estos mutantes puedan morir en paz (y a la vez los científicos dispongan de material imprescindible para estudiar el impacto de las anomalías en el cuerpo humano).