La Zona de S.T.A.L.K.E.R. 2 está compuesta por más de 20 regiones interconectadas, cada una con su propia historia, peligros y secretos. A diferencia de los títulos anteriores, todas las regiones están integradas en un mapa abierto, eliminando las pantallas de carga entre áreas y permitiendo una exploración fluida y continua.
Situada en las afueras de la Zona, la Zona segura es una de sus regiones más tranquilas. Suele servir como punto de partida para los novatos que hacen sus primeras incursiones en la Zona desde Zalissya. Los militares tienden a pasar por alto su presencia siempre que los stalkers mantengan las distancias.
Una pequeña aldea en el umbral de la Zona, Zalissya es el hogar de veteranos y novatos que se han convertido en una comunidad. Pese a su seguridad, no todos son bienvenidos en este tranquilo refugio. Los que rompen las reglas de la comunidad deben huir si quieren salvar la vida.
La Zona Industrial está repleta de centros de producción, instalaciones militares y antiguos laboratorios. Esta región es un destino privilegiado para los stalkers, que se adentran con avidez en los edificios abandonados en busca de piezas valiosas y de los alijos que dejaron sus compañeros.
Este antiguo cementerio de equipamiento radiactivos es un punto de gran interés tanto para excavadores como para bandidos. Los excavadores rebuscan entre los montones de chatarra desechada con la esperanza de descubrir piezas y artefactos valiosos, mientras que los bandidos se aprovechan de los que tienen la suerte de descubrir algo.
La Planta Química, antigua sede del famoso grupo Centella, es ahora el núcleo central de las actividades de Protección en la Zona. Korshunov tiene todo el área bajo control, y hoy en día se ven pocos stalkers y bandidos por aquí. Los han sustituido las patrullas de Protección y algún que otro soldado de Deber.
En el centro de la región se alza un antiguo almacén de residuos tóxicos que ahora reclama Mediodía. Los stalkers solitarios evitan las rutas que atraviesan la isla, no por sus humos tóxicos o por las aguas radiactivas, sino por los inquietantes rumores que circulan sobre sus habitantes.
Páramo fue en sus buenos tiempos un bullicioso centro naviero. Tras la catástrofe, las aguas retrocedieron y los barcos y botes quedaron varados en las arenosas costas, expuestos a la oxidación. A día de hoy, nuevos negocios ocupan el lugar, y los bandidos del Sultán y los stalkers de Beard se disputan el control del área.
Este tenebroso marjal que parece interminable está plagado de mutantes y anomalías peligrosos que asustan y a la vez atraen a los stalkers. Algunos sueñan con encontrar allí un nuevo filón de artefactos, mientras que otros quieren desentrañar el misterio de Cielo Despejado, un grupo del lugar que desapareció sin dejar rastro.
Detrás de sus muros inexpugnables y la sólida seguridad, el ICIZAC es un gigante imponente de cristal y hormigón. En su interior, las mentes más brillantes tratan de desvelar los misterios de la Zona para mejorar el futuro de la humanidad. Pero hay una pregunta inevitable: ¿qué tipo de futuro tienen en mente?
Estas torres de refrigeración y los nuevos grupos electrógenos encarnaron en su día la promesa de la tercera fase de la PENC, un símbolo de esperanza de una época pasada. Ahora, solo se escucha el eco del interior de las elevadas torres de evaporación de hormigón. En lugar de un nuevo reactor, los oxidados muros de la Fortaleza carmesí son testigo de la última guerra librada entre los stalkers y Monolito.
Los alrededores del CCT de Malachite son el ámbito de los científicos. A diferencia de sus homólogos del ICIZAC, que no mantienen ningún vínculo directo con la Zona, los científicos de Malachite contratan con afán los servicios de los stalkers, ya sea comprando artefactos como solicitando su ayuda en los experimentos de campo.
Los persistentes rumores sobre la antigua estación de radar que está más allá del horizonte incluyen historias de experimentos con la población, extrañas interferencias de radio y radiaciones que abrasan el cerebro. Ahora que la ruta ya no está obstaculizada por campos anómalos, algunos temerarios intentan con frecuencia explorar la enorme antena. Sus intentos suelen verse frustrados no por señales misteriosas, sino por las balas normales y corrientes que disparan los francotiradores de las FSPI. Los militares vigilan diligentemente el Duga para impedir que alguien descubra su propósito.
Tras la firma del tratado, Libertad convirtió la fábrica de Rostok en su central. Los talleres de la fábrica son ahora una zona de libre comercio, y el emblemático bar 100 Rads y la arena atraen a jugadores de toda la Zona.
Situada a orillas del lago, la fábrica de Yantar puede parecer pintoresca y tranquila. Sin embargo, los stalkers prefieren mantener las distancias, ya que consideran que es un lugar muy peligroso en el que no queda prácticamente nada de valor. Hasta los pocos científicos que seguían interesados en investigar la misteriosa radiación de la fábrica acabaron abandonando el lugar, por lo que ya solo queda un búnker vacío.
Al mirar a través de los árboles jóvenes del Bosque carbonizado se descubren enormes estructuras militares y los restos de edificios residenciales abandonados. Un persistente olor a quemado flota constantemente en el aire.
En el pasado, todos los caminos que llevaban a la Zona pasaban por Cordon, pero, ahora que la mayoría de los novatos optan por Zalissya como punto de partida, Cordon se ha convertido en un refugio para los veteranos anclados en el pasado. Aunque los stalkers lo exploraron a fondo, Cordon sigue albergando un montón de oscuros secretos todavía sin desvelar.
Cuando la radiación envolvió la reserva natural de Lymansk, surgió el Bosque carmesí. La mitad está bañada por una luz solar perpetua, mientras que la otra está envuelta en niebla y lluvia. Sin embargo, ambas partes del bosque muerto están llenas de radiación mortal y feroces mutantes, lo que lo convierte en un obstáculo casi insuperable para llegar al centro de la Zona.
La estación de ferrocarril de Yaniv es un refugio para el Cuerpo de Degtyarev, los protectores de la frontera, una barricada de vagones que bloquea el camino a Prypiat. El Cuerpo patrulla incansablemente el área dando caza a todo stalker que intente llegar al centro de la Zona.
Conocida como una de las áreas más peligrosas de la Zona, Prypiat permanece bajo la vigilancia constante del Cuerpo por una razón: la ciudad abandonada alberga multitud de peligrosos secretos. Sin embargo, a pesar del inmenso peligro, todo stalker que se precie sueña con enfrentarse a este lugar y desvelar sus misterios.
Tras la catástrofe de 1986, la central nuclear de Chernóbil acaparó la atención mundial, y la Segunda catástrofe la transformó en el centro inalcanzable de la Zona. Se rumorea que el legendario stalker Strelok consiguió explorar la estación al menos una vez. Sin embargo, ni siquiera el propio Strelok está al tanto de las condiciones actuales del interior de la PENC.
El propósito original de esta instalación permanece envuelto en el misterio, pero los Generadores se han convertido ahora en el corazón palpitante de la Zona y desatan Emisiones devastadoras.
Construida para ayudar a hacer frente a las secuelas de la primera catástrofe de Chernóbil, la Fábrica de cemento y sus alrededores dependen ahora de la jurisdicción de Deber. Aunque su influencia ha disminuido, el grupo se mantiene firme en su lucha contra la Zona y todo lo que engendra.
El camino hacia los Generadores está bloqueado por el Valle de la muerte, una extensión desolada envuelta en una grisura imperecedera en la que habitan los fantasmas. El paisaje está sembrado de restos de equipo destruido y de los cadáveres de quienes se atrevieron a atravesarlo. Aventurarse aquí significa firmar tu propia sentencia de muerte.
Plagado de Anomalías, líneas eléctricas derribadas y cables que aún conducen electricidad desde quién sabe dónde, el Bosque férreo fue antaño un lugar relativamente popular. Pero tras una Emisión se hizo imposible entrar en su territorio. Quizá la Zona esté preparando algo especial allí, o quizá simplemente esté atrayendo a los stalkers demasiado curiosos hacia una muerte segura. En cualquier caso, hay una cosa clara: ahora no hay forma de llegar.
Los alrededores de Jupiter siempre ha atraído a los stalkers porque es la entrada a Prypiat. Un laberinto de muros de piedra y caminos en ruinas conduce a la planta, ahora inaccesible. Nadie sabe qué decidió esconder en ella la Zona tras la última Emisión, pero los stalkers siempre intentarán adentrarse en ella para averiguarlo.