S.T.A.L.K.E.R. es un juego táctico de combate en primera persona ambientado en la superficie irradiada de la Zona. Esta devastada y peligrosa área, surgida de las miras de lo que un día fue la central nuclear de Chernobyl sirve de morada a aberraciones de la naturaleza, vestigios de la humanidad y un mercenario, un Stalker, que debe luchar para revelar un pasado turbulento, mientras la Zona pelea por proteger un terrible futuro.
Como jugador, eres libre de explorar el mundo de la Zona sin restricciones físicas ni límite de tiempo. Te convertirás en un stalker: un cruce entre mercenario y buscador de tesoros; un ser solitario, un saqueador, un carroñero y también una presa. Tu tarea es localizar y hacerte con artefactos dentro de la Zona. Es un poco intentar coger ascuas ardientes en un infierno llameante. Y eso es solo la parte fácil.
Cuando hayas encontrado unos pocos artefactos, tendrás que encontrar un traficante con quien puedas comerciar, pero un aviso: no darás con ellos en ninguna calle principal, no son hermanitas de la caridad, y tan pronto cerrarán un trato contigo como te cortarán el cuello. Si eres capaz de negociar con ellos, podrás salir del paso con algo de dinero. Entonces podrás comprar armas, municiones, trajes protectores y otro equipamiento esencial que te permitirá realizar tareas en zonas inaccesibles y llenas de radiación.
Aunque trabajas principalmente solo, si empleas tu astucia obtendrás beneficios de otros stalkers. Puedes encontrarte con ellos e intercambiar información u objetos; pero si te portas como un cretino, lo sentirás. Todas tu acciones tienen consecuencias y afectan al mundo que te rodea. No solo eso: este mundo existe tanto si estás en él como si no. El tiempo pasa, la meteorología cambia, ocurren anomaías, y personajes y jugadores interactúan y se alimentan unos de otros. Las cosas no permanecen como cuando las dejastes ni son nunca lo que parecen.
Cuanto más tiempo sobrevicas, más aprenderás sobre como funciona la Zona. Desarrollarás habilidades, mejorarás tu reputación; y también averiguarás cómo no morirte de hambre. Con suerte e inteligencia, lograrás ganarte el respeto de los otros stalkers. Y no hay que olvidarse de los militares, los mutantes y las perturbadoras explosiones.
Buena suerte. ¿O debería decir: adiós?