El segundo relato escrito por Nika




estrellas en el cielo despejado


Hipnotizada miraba la luna y las estrellas, debajo el terreno estaba ocupado por un laberinto de juncos y muerte, lo llamaban simplemente el pantano. Ayer la llevaron a la base de Cielo Despejado, luego de encontrarla desnuda y a pronto de morir de hipotermia en las ruinas de una casa en este mismo lugar. Cuando despertó pensó que todo había sido una pesadilla, estaba en una cama muy cómoda, cubierta con mantas, hasta que comenzó a escuchar voces, no entendía lo que decían, se levanto y lentamente se acerco a la puerta que estaba abierta. En la próxima habitación estaban hablando dos tipos. Cuando uno de ellos la vio parada en el portal rápidamente se paro y se dirigió hacia ella. Ella se asusto y corrió hacia el interior, ahora recordaba que la habían secuestrado y que durante no sabe cuánto tiempo habían estado abusando de ella tipos que hablaban el mismo idioma que estos.

Los dos tipos entraron en la habitación, ella comenzó a lanzarles cosas, ellos seguían hablando parecían tratar de calmarla. Uno de ellos la tomo de sus brazos y entre los dos la sentaron en la cama. Ella gritaba y lloraba, ellos no sabían cómo calmarla pues no entendía su idioma. Uno de ellos se dio cuenta que la chica hablaba en español asique pidió al otro que fuera a buscar a alguien que supiera español.

La chica continuaba intentando zafarse pero ya con menos ímpetu. En ese momento volvió el tipo con alguien que sabia español. El nuevo se presento, dijo “mi nombre es Carlos Olivera, no debes preocuparte, nadie te hará daño”. La chica grito “mentira, mentira, déjenme en paz, ya no puedo mas!” y rompió a llorar nuevamente. Carlos pidió al que la sostenía que la soltara, el tipo la soltó y Carlos se sentó junto a ella. “te han encontrado en una de las ruinas del pantano, estos hombres te han salvado la vida”. La chica dejo de llorar y dirigió su mirada al suelo, parecía haber entrado en un trance. Los otros dos tipos salieron de la habitación, Carlos se quedo ahí y le conto todo sobre el lugar en que se encontraba, ella estaba casi inmutable. Mientras él hablaba, la angustia crecía en su interior.
De repente interrumpió su relato diciendo “donde esta Vanesa?, ella estaba encerrada conmigo, la han encontrado?”. Carlos dijo “lo siento, no hemos encontrado a nadie más” tratando de que ella no leyera en su mirada que habían encontrado a alguien mas pero había sido demasiado tarde. De todas maneras ella supo que el escondía algo y volvió a llorar. Él seguía mintiendo diciendo que enviaría gente a buscarla, que ellos conocían los pantanos mejor que nadie y seguro la encontrarían. Ella volvía a estar en trance y a los pocos segundos se desvaneció. Carlos se alivio porque no quería seguir mintiéndole, había visto como encontraron a esa chica, los jabalís había hecho un desastre con ella.

Perdida en los rincones de su atormentada mente, ella se veía a sí misma siendo abusada una y otra vez. Veía su propia cara, no tenía ningúna expresión estaba como ausente como si su alma se hubiese rendido o simplemente hubiese huido a algun lugar. De pronto los tipos se alejaban de ella y se dirigían a la habitación siguiente, comenzaba a oir los gritos de su amiga que la llamaba, pero su cuerpo tirado en el suelo no respondia y ella veía todo desde la altura sin poder hacer nada. De repente el sudor bajaba por su frente como un rio de deshielo.
Despertó de nuevo en aquella habitación, Carlos colocaba paños húmedos sobre su frente. Ella intento levantarse y Carlos le pidió que se quedara un rato más que pronto le traerían algo de comer y beber. Justo en ese instante entro uno de los tipos que vio al despertarse la primera vez, venia con un plato de alguna clase de sopa , varias rodajas de salami, pan y una bebida energética. El tipo le hablo pero ella no entendió, Carlos le dijo que el nombre del tipo era Nimble y que decía que esperaba que le gustara la comida aunque no era la gran cosa. Ella le sonrió, el tipo volvió a hablar y Carlos dijo “dice que tengas buen provecho”. Nimble salió de la habitación.

“nuestro jefe está organizando un grupo para sacarte del pantano, ha logrado un arreglo con Sidorovich para que puedas salir de la zona” dijo Carlos, ella no entendía mucho y le preguntó que era eso de La Zona. Carlos comenzó a contarle lo que Lebedev solía contarle a los novatos. Ella lo miraba sin poder creer lo que estaba escuchando. Ella mientras comía le conto que era de Uruguay y que estaba estudiando en Buenos Aires Argentina y que una noche había sido secuestrada. La habían metido en una especie de conteiner junto con muchas chicas mas, donde había conocido a dos chicas, una era por quien había preguntado antes, Vanesa, y la otra se llamaba Nika, hermana de Vanesa, pero Nika no volvió luego de la primer noche y no tenía esperanzas de que estuviera viva. Carlos aprovecho la situación para decirle que habían encontrado a su amiga Vanesa pero que había sido demasiado tarde (sin entrar en los detalles de cómo la encontraron). Ella comenzó a llorar nuevamente, y sollozando le dijo que había descubierto eso en su mirada cuando le había preguntado la primera vez. Él le pidió perdón por mentirle.

En ese momento entro el jefe Lebedev, miro a la chica y le dijo algo a Carlos, pero ella no entendió, Carlos respondió. Ella los miro enojada y lebedev comenzó a hablar mirándola a ella mientras Carlos traducía lo que él decía, “Disculpa mis modales, mi nombre es Levedeb, Carlos ya te habrá puesto al tanto de cómo son las cosas por aquí. Hemos logrado un arreglo para sacarte de la Zona, pero no va a ser un paseo en el campo, hay muchos enemigos alrededor, debemos hacerlo de noche, un grupo de nuestros mejores hombres va a escoltarte a través del pantano. Vamos a salir dentro de 2 horas, todo va a salir bien”. Lebdev volvió a hablar con Carlos pero esta vez no hubo traducción, Carlos le dijo a ella, que iba a traerle un traje para que este bien protejida y le aseguro que los hombres que iban a acompañarla eran los mejores.

Ella se quedo sola en la habitación, pensando en todas la chicas que estaban con ella en aquel lugar a donde las habían llevado, algunas terminaba despareciendo al poco tiempo como Nika pero con otras había entablado una relación que se podría llamar amistad, donde estarían esas chicas ahora?. Una vez más volvió a llorar pero esta vez las lágrimas se deslizaban lentamente por sus mejillas y no emitía sonido.

Carlos volvió con un extraño traje en sus manos, le dijo que se lo pusiera y salió de la habitación. Ella se coloco el traje, le iba algo grande pero podía moverse bien. Se dirigió hacia la puerta y entro a la otra habitación, ahí estaban 6 tipo además de Carlos, Nimble y Lebdev. Carlos le dijo que esos eran los hombres que iban a acompañarla. Todos estaban muy armados y tenía la mirada seria, la observaban con el desconcierto de alguien que viera un pequeño gatito en una jaula de leones.
Todos estuvieron hablando en un idioma que ahora sabía que era ruso. Por momentos discutían muy fuerte. Carlos de vez en cuando la miraba y trataba de sonreír como diciendo no te preocupes todo irá bien.
Al tiempo el jefe se puso de pie y los demás lo siguieron. Carlos le dijo a ella “ha llegado la hora, iremos con ellos, yo iré contigo todo el camino hasta asegurarme de que puedas salir de aquí”. Todos salieron hacia la puerta, Carlos le pregunto si sabia usar un arma, ella le dijo que algo sabía porque su padre era policía. Él le dijo entonces no tendrás problemas con una de estas y le entrego una pistola Makarov. Ella dudo en tomarla, él le dijo que no se preocupara, era solo precaución. Ella tomo el arma y como si los días en que el padre enseño a usar una pistola volvieran a ella, deslizo el cargador fuera de arma para corroborar que estuviera cargada, volvió a colocarlo en su lugar velozmente y le puso el seguro. Carlos la miro impresionado, la chica detrás de toda esa mugre era una belleza y además sabía como usar un arma, si la situación fuera otra le robaría un beso en ese instante.
Todos salieron hacia del edificio, afuera habían muchos tipos dispersados por el campamento, todos los miraban atentamente haciendo comentarios que ella no entendía. Carlos le dijo a ella que en otra ocasión le vendarían los ojos para que no sepa donde estaba ubicada la base, pero que dada las circunstancias no lo harían. Ella se lo agradeció, no quería caminar por ese pantano con los ojos vendados.
Caminaban por corredores de juncos, era verdad que los tipos conocían el lugar muy bien, ella ya estaba perdida. Estaban llegando a un lugar, una especie de pequeña base, Carlos le dijo que esa era la Aldea
Pesquera. Cuando llegaron al lugar había cuerpos por todos lados, muchos llevaban trajes iguales a los tipos que iban con ella y algunos otros llevaban otro tipo de trajes mas oscuros. Los tipos que la acompañaban comenzaron a gritar, ella no entendía lo que decían. Todos revisaban los cuerpos pero ninguno estaba con vida. Uno de ellos tomo una radio y se comunico con la base, mantuvo una acalorada charla por unos segundos y luego les grito a los demás como dándoles una orden. Carlos le dijo a ella “debemos movernos esta no es una posición segura nos han pedido que ayudemos a los nuestros ubicados al norte. Todos comenzaron a correr, Carlos la tomo del brazo y siguieron a los demás, ella corría con la mano en su cintura donde tenía el arma. Cruzaron interminables corredores de juncos. Hasta que se acercaron a lo que parecía una granja. Uno de los tipos de adelante hizo una seña que ella entendió sin problemas “agáchense”. Carlos estaba a su lado, le dijo mantente detrás mío pero sin quedarte atrás. El grupo comenzó a acercarse sigilosamente. Nuevamente al llegar al lugar encontraron más cadáveres, pero esta vez eran todos de sus hombres. El tipo que había estado dando las órdenes se volteo hacia el grupo y antes de alcanzar a gritarle un pequeño agujero se dibujo en su frente y se desplomo. Al instante siguiente solo se oia el sonido de las balas surcando el aire, otro de los tipos cayo muerto, los demás comenzaron a correr para cubrirse. Ella, Carlos y otro tipo se quedaron detrás de un construcción, los otros tres corrieron hacia el campo a tomar posiciones. Uno de ellos cayo por una ráfaga que dio en su espalda y los otros dos luego de esconderse detrás de una pared fueron alcanzados por una granada. El tipo que estaba con ella y Carlos salió del escondite disparando como loco, algo debió protegerlo porque esquivo las balas y logro matar a tres tipos, pero desde una ventana apareció otro y le metió un tiro en la nuca. Carlos le disparo, parecía ser el único tipo que quedaba, pero no tenia ángulo como para darle. “quedate aquí” le dijo a ella y salió corriendo, no logro llegar muy lejos hasta que el tipo le dio un tiro en una de sus piernas. Carlos cayó al suelo soltando su arma que termino a dos metros de donde él cayo. El tipo detrás de la ventana saltó hacia fuera y rápidamente lo remato con un disparo en la cabeza. el tipo se acerco a Carlos pensando que esos eran todos y en ese momento ella salió de su escondite y comenzó a dispararle, varios disparos dieron en el cuerpo, el tipo no cayo, tenia protección antibalas pero cuando intento alzar su arma, una bala le atravesó la cabeza. Ella permaneció parada en el lugar, había entrado en shock. De repente un sonido la despertó, se acercaban. Miro hacia delante y vio tres enormes criaturas, eran jabalíes. Las criaturas se lanzaron hacia ella y ella corrió hacia atrás, vio una torre con una escalera, rápidamente trepo por la escalera hasta arriba. Cuando llego arriba apuntó a una de las criaturas, apenas podía verlas pero vio que dos criaturas más se sumaban desde el camino por donde había llegado ellos. Quito el cargador de la pistola, no había más balas, solo la que estaba en la recamara. Volvió a apuntar a una de las criaturas pero no disparó, en lugar de eso se sentó en donde estaba. Esperaba que las criaturas se alejaran, pero estaban ahí abajo en una ronda entorno a la torre. Se acostó mirando hacia el cielo, se había despejado. La luna brillaba como ignorando el infierno sobre el que se posaba. Volvió a pensar en Vanesa y las demás chicas, pronto cada una de las estrellas se le antojo el rostro de cada una de ellas, esos rostros la llamaba a huir de este lugar, de la única manera que se puede huir de este lugar, la invitaba a ser parte de la noche. Ella se incorporo, miro hacia abajo, las criaturas seguían ahí, volvió a mirar al cielo. Tomó su arma, observaba como hipnotizada como la luna jugada con la superficie metalica de la pistola como tratando de decirle algo. Dio unos pasos hacia el borde, levanto el arma a la altura de su cabeza apoyando el frio acero en su sien.
Un relámpago cruzo su mente y comenzó a elevarse hacia sus amigas, a formar parte de la noche mientras su cuerpo vacio caía desde la torre.

Nika, Jue Oct 16, 2008

fue con éste con el que me enamoré de la escritura de Verónica.
TT-TT

Sí, probablemente uno de sus mejores escritos.