Mi Nombre es David Salazar, soy marinero, de toda la vida; De hecho según mis padres solo he vivido en una ciudad grande en mi vida, Buenos Aires, que es el mismo lugar donde Nací. Viví en Buenos Aires hasta que cumplí 4 años de edad, luego nos trasladamos al sur, a Río Gallegos. Nunca supe por que viajamos a aquel lugar, mi padre debía estar cerca del mar, el lo amaba, y ese sentimiento, años después de su muerte me lo transmitió su frio ataúd.
Comencé mi carrera como marinero a mis 22 años de edad. Para ese momento yo vivía en Chile, en Valparaíso. Me uní a un pequeño grupo de científicos, relacionados con mi padre, biólogos marinos que viajaban al sur durante meses para investigar el mar.
Los años pasaron rápidamente, era un buen marinero, las tareas eran simples, bajar unos cuantos metros, registrar la zona (que muchas veces era un gran vacio abisal y no había mucho que investigar), tomar fotos de la fauna marina (si es que existía) y después regresar al barco para tomarse unas cuantas cervezas con los camaradas, ah claro, lo único que no faltaba en aquel barco eran cervezas.
Todo esto que ahora escribo desde un asilo psiquiátrico desde una ciudad que no conozco, todo esto que me ha torturado durante años y me ha hecho ver que no somos nada en este planeta, mas que una colonia de hormigas que contaminan y dañan, todo esto comenzó el 31 de diciembre de un año que ya no recuerdo.
Celebrábamos el año nuevo con los camaradas, eran las 23:50, faltaban 10 minutos para recordar por que estábamos allí en ese lugar tan alejado, oscuro y desconocido, el 31 de diciembre, el cambio de año, el gran momento, no podíamos ver nada mas que estrellas, las cuales eran nuestro show de pirotecnia, un show que el majestuoso universo nos regalaba; el barco se agito estremecedoramente y las luces se apagaron, entonces todo comenzó, sentí como fue que las criaturas abordaron por el barco, se sintió el desnivel, se sintió como tembló aquel pedazo de metal en medio del universo. Corrí a la cabina del capitán, iluminándome el camino con una linterna, entonces un desgarrador grito se escucho en la borda, sentí como se me caían los huevos al piso, pero debía seguir mi camino; Al llegar a la cabina encendí todos los interruptores de emergencia, por que sabia que en ese momento todo se había ido a la mierda, las bengalas se dispararon las alarmas sonaron por 3 segundos, luego callaron, las luces brillaron por mucho menos, pero pude distinguir unas horribles figuras en la borda, unas enormes serpientes que movían sus colas dejando un rastro verdoso en el piso.
Al no encenderse las luces ni el radio, cerré con llave la cabina, y me senté en una esquina a pensar, no podía hacer nada mas, Dios no me iba a brindar ayuda en ese momento, ni siquiera podía controlar mi cabeza, estaba tornándome loco, entonces escuche el sonido del trueno, un horrible rugido desgarrador y acto seguido la puerta de la cabina callo en frente a mi, sobre esta callo a su vez una horrible criatura, a la cual el brillo rojo que tenia en los ojos se le fue apagando poco a poco, luego una luz me deslumbro, era Dave, el lobo de mar, ese hombre nació en el mar y según lo que me dijo, nunca toco tierra en su vida.
-vamos levántate, esos bastardos no son inmortales, sabia de esto! te lo juro, lo sabia, había escuchado rumores, rumores de bestias que subían a las naves y se llevaban a sus marineros, no como las sirenas de Ulises, estas bestias suben a tu barco y luego lo hunden- me dijo el hombre, que se le notaba asustado.
Me arrojo un cuchillo y una pistola pequeña, y me ayudo a levantarme, me golpeo la cabeza y me hizo la señal de que lo siguiera.
Bajamos rápidamente la escalera y llegamos a la puerta que llevaba a la borda, Dave la pateo sin pensarlo dos veces y comenzó a disparar hacia todos lados, algunas balas sonaban en el metal del barco y otras incluso era posible escuchar como se incrustaban en el cuerpo escamoso de cada bestia, entonces comencé a disparar también, hasta que Dave me dio una señal para bajar el arma y corrimos hacia el pequeño submarino de exploración, Dave entro rápidamente y salió igual de rápido:
-Sin energía no hay aire, moriríamos, busquemos el bote de apoyo-
Me dijo moviéndose a la parte trasera del barco; camino hasta la esquina de los dormitorios y paro súbitamente, había criaturas en bote, parecían estar hablando un idioma muy extraño, un idioma que no se puede escribir. Mientras yo trataba de ponerle un sentido a lo que decían estas criaturas, Dave ya estaba disparando, yo me apresure a disparar también, entonces las bestias se arrojaron al agua y Dave bajo el arma, en ese momento, un animal del tamaño de un gato, salto sobre el camarada y comenzó a morderle el cuello, era una especia de araña de cuatro patas, con cristales azules en la espalda, tenia la boca bajo su cuerpo, por donde atacaba a mi camarada, entonces saque el cuchillo y apuñale a la bestia; Por fortuna Dave seguía Vivo pero tenia una horrible herida en el cuello; me dijo que debíamos apresurarnos, montamos en el bote, prendimos rápidamente el motor, y comenzamos a navegar, navegamos y navegamos durante horas.
Era 1 de enero, seguía oscuro, y nosotros seguíamos navegando, Dave se había quedado dormido y yo estaba muy despierto, esas criaturas; No me era posible dormir, no sabia que había sucedido, por que habían aparecido en ese momento, todo esto, nunca lo sabré, lo que si se ahora, es lo que pasa en el Sur del planeta, y nadie sabe, lo que se esta gestando.
Llegamos posiblemente a las coordenadas -65, -124, habíamos navegado totalmente hacia el norte durante horas, pero sabía las coordenadas por un pequeño dispositivo de localización que había en el barco, no era preciso y ya antes había fallado, pero necesitaba al menos una aproximación de mi posición.
Entonces ya se veía un pequeño resplandor, estaba amaneciendo, creía que si seguíamos así podríamos llegar a Nueva Zelanda, tal vez, el problema era la gasolina; Podríamos llegar, con lo que teníamos de gasolina, a unos 2000 km de la isla, y luego tendríamos que remar, y en el estado que estaba el camarada, iba a ser una tarea difícil.
Eran aproximadamente las 10:30, (aproximadamente, por aquello del cambio horario) seguíamos navegando destino Nueva Zelanda, entonces vimos como rápidamente nos aproximábamos a un Nubarrón, posiblemente una pequeña tormenta me decía yo, entonces comenzó a salpicar lodo en mi cara, y el bote se quedo quieto en medio de un litoral de lodo y fango, había tanto que me fue posible bajar del bote para caminar unos cuantos metros, volver al bote, despertar a Dave y saber que estaba sucediendo.
Dave estaba delirando, apenas podía caminar, y a veces me hablaba sobre su vida, pequeños relatos como, - amigo, tuve alguna vez una familia, ¿sabes por que se acabo?, por mi amor al mar....-.
Caminamos en aquel horrible lugar, estaba oscuro por la gran nube, había comenzado a llover desde hace algunas horas; Entonces llegamos a un gran cráter. Ese lugar olía peor que el mismo infierno, me había comenzado a arder la nariz de tan horrible olor; Entonces, llegamos a aquel horrible lugar, una ciudad, con una arquitectura que atentaba contra Dios, es indescriptible la verdad, tenía grandes torres que llegaban hasta las nubes, y tenia un horrible brillo...
Continuara
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