Creo que esto fue lo tercero que Nika publicó.
no se que nombre ponerle a esto
Lun Oct 20, 2008 11:10 am
Como he dicho antes, para muchos de ustedes no es necesario que lean este parrafo, pueden ir directo al próximo párrafo que es donde esta el relato. Esto es solo le importara a quienes conocen algo de lo que he estado pasando los últimos días. Este fin de semana lo pase en un campo con algunas amigas. Ha sido el mejor fin de semana que recuerdo haber pasado. conoci a alguien, por el momento es solo eso, nos estamos “conociendo”. Se que a quien no lo ha sentido no podre explicarles lo que me esta pasando. Es raro porque con mi ex (esta es la ultima vez que uso esa palabra) teníamos muchísimas cosas en común, música, películas, comics, juegos, etc. Pero esta vez no tenemos nada de eso en común. Se que después de lo que me paso debería esperar para levantar la copa y celebrar pero tengo muchas ganas de creer en esto.
No puedo ver hacia donde corro la oscuridad lo cubre todo, las ramas azotan mi rostro, pienso en que voy a terminar con una clavada en un ojo, pero no puedo detenerme. Ellos no se detienen, están cada vez más cerca, no sirve de nada voltear a ver, si en plena luz del día es difícil verlos en la noche es casi imposible. Escucho sus pasos, deben ser al menos tres.
Mis únicas armas son mi katana y el vintar, pero solo tengo la municion que lleva cargada. Con cada paso que doy ellos consumen la distancia que nos separa. De repente el suelo debajo de mis pies se desmaterializa y caigo debajo de un barranco. Quedo mirando hacia arriba justo cuando uno de los chupasangre salta el barranco por encima de mí, no alcanzo a verlo bien pero veo la distorsión que provocan en al aire al hacerse invisibles y como por reflejo disparo hacia él. Una bala se pierde en el cielo pero las otras dos dan en la criatura, una en su espalda y la otra, la que le da muere, se clava en su nuca. Rápidamente me levanto del suelo mirando frenéticamente hacia todos lados tratando de ver a los otros. Una ráfaga de aire me roza desde atrás y la garra de una de las criaturas corta el aire con tremenda violencia justo donde medio segundo antes estaba mi cabeza. En el momento que me ataca deja de ser invisible y el vintar suelta tres suspiros mas, uno da en el brazo de la criatura, el segundo lo deja con un solo ojo y el tercero termina justo en medio de su horrendo hocico. Repentinamente mi espalda comienza a arder como si estuviera en medio de una de esas anomalías de fuego. Volteo por reflejo y me encuentro cara a cara con otro de los chupasangres, sus ojos brillan en la noche, ha vuelto a ser invisible. Cuando intento levantar el vintar vuelve a hacerse visible y profundos cortes aparecen en el brazo donde llevo el arma, que cae al suelo. Lanzo una patada ascendente que golpea a la criatura en el pecho haciéndola retroceder unos pasos, tiempo suficiente para tomar mi katana y la mochila del suelo para utilizarla como escudo. La criatura vuelve a arremeter contra mí pero sus garras golpean la mochila. Mi katana suspende en el aire uno de los tentáculos de su boca y el chupasangre suelta un alarido. Ataca con mas furia y dentro de mi mochila algo se destroza. Nuevamente la katana se desliza por el aire y esta vez corta su rostro a la altura de los ojos. Retrocede varios pasos vuelve a atacar pero esta vez con algo de vacilación, ha quedado ciego, ruedo hacia la izquierda y el acero termina clavado muy profundo en su costado. Retiro la hoja y la criatura se desploma.
Agradezco al cielo haber sobrevivido a esto, me arrodillo en el suelo, la sangre corre por mi espalda, reviso la mochila, lo que se ha roto es el casco y la PDA. No llevo vendajes ni botiquines conmigo. Debo apresurarme a llegar a algún campamento, aunque sea uno de bandidos. Un leve sonido me llega por detrás, lentamente me doy vuelta. Otro de esos malditos está parado mirándome, no está invisible. Me observa inmóvil como diciendo ponte de pie, en mi mente suena la palabra “Duelo”. Nunca había visto a un mutante actuar así. Mira mi katana y extiende sus garras hacia los costados, como presentando sus armas. Parece esperar que yo haga el primer movimiento asique, levanto el vintar y disparo las cuatro balas que me quedan pero las criatura las esquiva con una velocidad sorprendente. Vuelve a quedarse inmóvil frente a mí, mira la katana, gruñe y extiende sus garras hacia los costados. Esto es lo más irreal que he visto en este lugar y eso que aquí abunda lo irreal. Tomo mi katana con las dos manos y me lanzo contra la criatura. El filo del acero cae desde el cielo como un rayo, pero lo único que corta es la hierba donde estaba parado el chupasangre, rápidamente lanzo un ataque lateral, la criatura se agacha y la hoja pasa a solo un par de centímetros de su cabeza. Sin darle respiro suelto una estocada y la katana termina penetrando en la tierra. Antes de que pueda atacarme doy una patada que es bloqueada por una de las garras. Quito la katana del suelo y en el mismo movimiento describo una luna ascendente. La criatura salta hacia un árbol y con sus piernas se impulsa hacia mí. Yo salto hacia un costado volviendo a atacar con la katana pero ninguno de los ataques logra su objetivo. Comienzo a cortar el aire frenéticamente mientras avanzo hacía la criatura casi corriendo, pero la bestia esquiva todos los ataques. Veo muchas aberturas en mi ataque que la criatura no aprovecha, quizás no es tan especial como me pareció o está jugando conmigo.
La criatura bloquea uno de mis golpes y sus garras pasan por mi rostro a una velocidad que jamás habría logrado esquivar, y veo decenas de destellos rojos en el aire. Pienso que todo termino y me doy cuenta que los destellos son solo mis cabellos. Ahora sé que solo está jugando conmigo. Siento la sangre brotar de mi espalda y descender por mis muslos. Vuelvo a arremeter, si he de morir moriré peleando. La bestia esquiva los ataques cada vez con menos esfuerzo, mi visión comienza a nublarse y mis piernas se vuelve cada vez más pesadas. Al fin veo una apertura en su defensa y uso todas mis fuerzas para lanzar la estocada final. Pero nuevamente ha sido solo un juego y mi katana termina clavada profundamente en un árbol. Ya no solo no tengo fuerzas para quitarla sino que permanezco de pie solo porque estoy aferrada a ella. La criatura se para detrás mío, sus tentáculos me rosan la nuca. Cierro mis ojos esperando el final, el tiempo se congela, no hay sonidos o es simplemente que ya no queda sangre en mi cuerpo. De repente un sonido rabioso quiebra el aire, algo golpea el árbol y luego el suelo. Abro mis ojos y veo a la criatura tirada a mis pies con un agujero en su cabeza. Mis piernas finalmente fallan, alguien detiene mi caída tomándome desde atrás. Sus brazos son muy firmes, aunque no muy grandes. Escucho “perdón por llegar tarde”. Giro mi cabeza, ya no puedo mantener mis ojos abiertos, intento hablar y vuelve a sonar esa voz que me resulta familiar “no intentes hablar, el resto del grupo está cerca de esta posición, te llevare allí y todo estará bien, por favor aguanta.” Una gota cae en mi rostro y luego se vuelve una lluvia. Ahora sollozando me dice “si solo no usaras ese maldito vintar habría escuchado los disparos y te habría encontrado antes”. No puedo ver su rostro con mis ojos pero si lo veo en mi mente. Me dice “por favor, no puedo perderte, nada tendría sentido sin ti, perdón por no habértelo dicho antes pero tenía miedo”. Me recuesta en el suelo y venda mis heridas en la espalda y mi brazo repitiendo una y otra vez “por favor aguanta”. Me levanta en brazos y comenzamos a movernos entre los árboles. Siento que me hundo cada vez más, abro los ojos un instante para, al menos, poder ver su rostro por última vez, asegurarme que es el mismo que veo en mi mente y decirle que yo siento lo mismo. Lleva una capucha y un pasamontañas, un mechón de cabello negro como la noche se escapa por un costado y sé que es la persona correcta. Comienzo a perderme en la oscuridad y antes de partir siento sus labios sobre los míos.
NOTA: Algunos quisieran que este fuera el final y está bien, solo depende de ustedes, no sigan leyendo y listo. Pero algo ha cambiado en mi y esta vez no puedo dejar que este sea el final, asique a quienes quieran los invito a seguir un poco más.
EPILOGO
Una fuerte luz golpea mi rostro y vuelvo a la realidad. Creía que había sido un delirio de mi mente, pero está ahí junto a mí y sin decir nada vuelve a posar sus labios sobre los míos, esta vez con más fuerza. Cierro mis ojos, me entrego a esa hermosa sensación y abrazo su cuerpo. El tiempo se detiene, los brazos recorren nuestros cuerpos, los suyos evitan mis heridas. De repente una voz nos interrumpe: “me alegra ver que ya estás bien…eh…que están bien”. Abro mis ojos y veo a una chica delgada, alta y rubia, con un vintar en sus manos, parada en el umbral de la puerta de la habitación en la que me encuentro. Sé que conozco su nombre pero no viene a mi mente en este momento, solo digo, “mejor que nunca, gracias”. Ella me responde “perder a nuestra fundadora seria una enorme perdida”. Le sonrió a la chica, ella devuelve la sonrisa y se retira cerrando la puerta. Miro a sus ojos y sé que me miran como yo siempre los mire. Ahora son mis labios los que se posan sobre los suyos. La zona se desvanece a nuestro alrededor y nuestras voces su unen en un “te amo”.
aún con el final feliz o quizás a causa de eso. 
Foros