PDA de un Stalker III; Fin de una Era.



Después de salir de los pantanos se dirigieron a la base stalker de el Cordón a pasar la noche, en el camino, Nimble le explico todo lo que había pasado, la criatura que los ataco era un pseudoperro, y algunos de ellos desarrollaron la capacidad de atacar psíquicamente a su presa, creando la ilusión de mas animales de los que en realidad están en ese momento, ya en el campamento de los novatos le habían contado que algunos mutantes poseían habilidades “especiales”, pero una cosa era escuchar los cuentos, y otra muy distinta era pasar por ello, todo era real, MUY real. Al amanecer se fueron al búnker de Sidorovich en el campamento de los novatos a reclamar el pago por el trabajo, Fanático compartió parte del botín en agradecimiento por salvarlo, así que con ese dinero mas lo del trabajo de rescate logro adquirir parte del equipo que necesitaba.

Así pues, vendió el contador Geiger y adquirió un detector tipo ECO, una PDA RoverPC S1 y algo de munición para la Pernach. La importancia de la PDA radicaba en que las PDA de los stalkers no son simples agendas-teléfonos como normalmente lo son, Sidorovich, que era un hábil técnico, se encargaba de modificarlas convirtiéndolas en instrumentos mucho más útiles añadiéndoles, con la incorporación de cristales de frecuencia adicionales y circuitos extras, la función de un scanner descodificador de alta frecuencia con el cual se podía monitorear comunicaciones de radio y móviles e incluso transmisiones militares en un radio de cuatrocientos metros.

También incorporaba un programa de su “confección” que permitía hackear el servidor de la operadora para ubicar en un mapa del área de exclusión la posición aproximada de otras PDA de stalkers en un radio de cincuenta metros, dando a conocer la presencia de estos. Terminó con sus negocios adquiriendo un radio transmisor Hongda HD-3207, ya que si bien la PDA recibía señales de VHF y UHF, no las transmite, por lo que un transmisor era ideal para pedir ayuda o informar a un gran numero de stalker en un área que escucharía su transmisión por las PDA.

Antes de salir del búnker, Sidorovich, un hombre de edad ligeramente gordo que atendía su “negocio” sentado tras unas rejas, le asigno un casillero de los que ahí tenía para que guardara las cosas que no le hiciera falta llevar a una expedición, ya afuera, Nimble le explico que no se trataba de una mera gentileza de su parte, sino de otro astuto negocio, así pues, si moría en la Zona, Sidorovich se quedaría con cualquier posesión que ahí dejara.

A partir de ese día, Otter se convirtió en su “tutor”, lo acompañaba en sus salidas enseñándole cuanto sabía, fue Otter quien le mostró el primer artefacto, algo que llamaban “Espina”, ese día se reunieron con otros stalker con los que solía trabajar, “Taxidermista” y “Maestro”, unos sujetos que vestían “Exo-Esqueletos”, una especie de servo-ayuda que les permitía cargar mas peso e ir mejor protegidos contra ataques dado al mayor blindaje que podían llevar, armados con Enfield L85A2 silenciada y L85A2 respectivamente, Petya, que vestía un Sunrise e iba con una HK MP5 silenciada, Oleg Gusarov quien fuera Spetsnaz, en Sunrise y con una AN-94 Abakan, y por último Nadezhda, antes científica y ahora temible francotirador, en SSP-99M y armada con un rifle de tirador selecto VKS/VSSK Vychlop silenciado.

Ciertamente era una rara selección de armamento la que tenían, por lo general, la gran mayoría de los stalkers usaban pistolas y/o escopetas, la razón de esto eran varias, eran mas baratas tanto el arma como la munición, fáciles de conseguir, y en realidad, en el caso particular de las escopetas, mucho mas practicas, ya que cualquier neófito con un mínimo de practica podía despacharse lo que La Zona tuviera para arrojarle en cuanto a fauna se refiere. Pero estos stalkers en particular habían aprendido a congeniar con La Zona, por lo que les quedaba lidiar con males, de diferente índole, males con los que era mejor tratar con una bala de 5,45 o 7,62mm, como lo eran los militares, bandidos y renegados.

El grupo había cazado un jabalí y Otter usó el Espina para eliminar la radiación del cuerpo del animal para así poder cocinarlo sin riesgo de envenenarse al comerlo, casualmente era el artefacto del cual leyó antes de venir a La Zona. Estaban así pues el grupo reunidos alrededor de la fogata comiendo jabalí y charlando, él se encontraba lejos de ahí, pensando en los eventos de la semana anterior mientras jugueteaba con la OTs-33 entre sus manos, Ivanova le contó ese primer día, junta a una fogata parecida, que su padre había sido policía, y que le robo la pistola antes de venir, aunque mas que una pistola, la Pernach era una pistola ametralladora calibre nueve por dieciocho PM/PMM con un cargador de veintisiete balas, un simple selector permitía tener el arma asegurada, o tenerla en modo de disparo simple, o en fuego automático, de ser la única arma con la que se contara, era una excelente elección.

Nadezhda, que estaba sentada a su lado, lo trajo de vuelta al mundo presente.

- Vaya vaya, parece que al fin nos llaman, ya era hora de que se presentara este trabajo, prepárate novato que este es grande, tienes suerte.

Se percató de que Otter hablaba con alguien por radio, todos habían callado y prestaban atención a la conversación.

- ¿De que se trata?
- Nos encontraremos con el proveedor de Zorzal, vamos a buscar provisiones para los muchachos en Agroprom.
- ¿Podrías ser mas especifica?
- Iremos a ver un militar que nos vende municiones y armas.
-¿¡Un militar!?...
- ¿Y que creías?, de algún lugar deben de salir, ¿no creerás que compre esta belleza en un supermercado?

Se descolgó el rifle de la espalda para mostrárselo, Otter le había contado de ella mucho antes de conocerla, vino con una expedición de científicos y termino enamorada de un stalkers, cuando éste fue muerto por bandidos, aprendió el oficio y uno a uno los elimino, definitivamente uno no quería estar al otro lado del cañón de “La Viuda”. Al terminar la conversación, Otter informo del punto del encuentro, la granja del Cordón al medio día, Nadezhda partió de inmediato, lo cual le dio cierto respiro, desde que había sido introducido al grupo notó un interés inusual por su persona de parte de La Viuda, no dejaba de preguntarle cosas sobre él, y a pesar de no poder ver su rostro a través del visor de su SSP-99M, le daba la impresión que esperaba algo, su forma de dirigirse era como apremiante, no sabía en realidad que pensar al respecto. Cuando el resto del grupo terminó de comer se pusieron en marcha.

Llegaron al sitio antes que los militares, se detuvo en la entrada del lugar mientras los demás inspeccionaban, el acceso principal estaba flanqueado por una caseta a cada lado, ignoraba para que fueran usadas, frente a él, el típico Ural abandonado y tras éste, la cabina de lo que parecía un Gaz 66, más allá, hacia la salida trasera, un tractor y un Lada ¿2107 tal vez? A su derecha un edificio de ladrillos en forma de “H” con una segunda planta en la parte más cercana de sí, el resto del edificio era de un solo piso, seguramente era donde se mantenía a los animales, fuera colgaba un esqueleto humano, y a un lado hacia el fondo había un chasis de camión.

A su izquierda el que debió usarse como almacén, tenía una terraza en la segunda planta y un pequeño ático, por último, y detrás del almacén, otro edificio en forma de “L” que sirvió de garaje donde todavía estaba aparcado otro Ural. Entre el almacén y el aparcadero había un camino que conducía a una salida lateral, desde donde se podía observar el terraplén del ferrocarril y los vagones de ganado que permanecían en las vías desde hacía mucho tiempo ya, como siempre, todo con el característico estado de deterioro de La Zona.

Decidieron esperar en el almacén, una de las esquinas de las paredes estaba decorada con un boquete, y faltaban los portones que daban a la salida lateral, los stalkers entraron y se acomodaron en el lugar de manera que le daban la espalda a las escaleras que estaban al fondo y que iban al piso superior. Los militares llegaron poco después, la comitiva la formaba un Mayor mas cuatro hombres que cargaban las cajas de lo que sea que traían para vender, entraron al almacén colocando las mismas entre ellos y los stalkers.

- Otter.
- Kuznetsov.
- ¿Quién es ese sujeto?, nunca lo he visto.

El Mayor se refería a su persona, todo el asunto lo tenía nervioso, eran demasiadas armas para su gusto, y el que iba peor armado era precisamente él, dado que todos los soldados tenían AK74-SU.

- Es nuevo en el grupo, no te preocupes, es de fiar.
- En fin, si tú lo dices, aquí tienen…

Los soldados abrieron las cajas, noto que el Mayor traía consigo una valija de buen tamaño.

- ¿Qué nos traes?
- Munición nueve milímetros, munición del 12 para escopetas y el pedido extra.
- ¿Un pedido particular?, que bien, alguien está dispuesto a gastar dinero, ¿me pregunto que será?
- Te aseguro que el que hizo este pedido sabe lo que quiere, demonios, ni siquiera sabía que “eso” existía.

Kuznetsov se disponía a abrir el maletín para mostrar el contenido, cuando todo se fue al cuerno, sin que les diera tiempo de reaccionar, un segundo grupo de soldados, seis en total, irrumpió, posicionándose frente a los desaparecidos portones.

- ¡QUIETOS TODOS!, ¡tiren sus armas!

Sorprendidos, voltearon a ver a los recién llegados y luego se vieron entre ellos, en la mente de todos pasó el mismo pensamiento, ¡los habían traicionado!, cosa que hizo que cada bando sospechara del otro, el oficial del segundo grupo volvió a dar la orden mientas sus hombres los amenazaban con sus Vepr´s.

- ¡He dicho que suelten las armas!, ¡AHORA!, Mayor Kuznetsov, queda ud bajo arresto por trafico de armas, colaborar con elementos criminales y permitir el paso de civiles a un área militar restringida.

Así lo hicieron, soltó la Browning, pero cuando iba a descolgarse el rifle, se quedó estupefacto al ver como un soldado, el mas próximo a la salida lateral, así como el oficial, caían muertos, todos se quedaron quietos por un segundo y luego la situación se convirtió en pandemonio, los recién llegados se procuraron cobertura del francotirador que había acabado con uno de sus compañeros y su oficial al mando corriendo hacia el garaje, pero no antes de que “La Viuda”, que se encontraba en el techo de uno de los vagones en el terraplén, pusiera una bala de 12.7x54mm en la cabeza de otro soldado.

Los stalkers y militares se apresuraron a recuperar sus armas, él reaccionó desenfundando la Pernach, Kuznetsov se vio en su línea de tiro por lo que le aventó el maletín, logro cubrirse el rostro con los brazos pero de igual manera cayo derribado, Otter y el grupo abrió fuego mientras el grupo de Kuznetsov hacia lo propio retirándose por el boquete de la esquina, hiriendo de muerte a Petya.

- ¡Por las escaleras, RAPIDO!

Grito Otter, era la única vía de escape. Probablemente el haber sido derribado le salvo la vida cuando el tiroteo comenzó, ya que varias balas pasaron silbando sobre él, mientras se incorporaba para escapar, se percato del contenido de la maleta que se abrió al caer, de verdad que el contenido de ésta era de lo mas extraño que había visto, ¿Qué diablos era eso?, rápidamente la cerro y corrió con ella hacia las escaleras mientras una lluvia de balas provenientes del garaje buscaban acabar con su vida y los muchachos hacían fuego de supresión contra el primer grupo de soldados que salían en dirección a la entrada.

Una granada de humo aterrizo en el camino lateral, y el segundo grupo de soldados pasó al almacén en pos de los stalkers, uno de ellos los cubría contra los disidentes mientras que los otros dos abrieron fuego contra el techo de madera al verlos subir, arriba, los muchachos trataban de evadir las balas y las astillas que salían del piso, Otter ya subía al ático.

- ¡Hacia el techo, vamos, es nuestra única salida!

Subieron al ático y de ahí salieron al techo por uno de los tantos agujeros que éste tenía, ya en el techo, se percataron de la cortina de humo decidiendo rápidamente usarla a su favor, se dejaron caer por la parte mas baja de ese lado del tejado ya que el otro extremo daba a la entrada principal desde donde podían ser atacados por el grupo del mayor.

- Nadezhda, ¡cúbrenos!, vamos para allá.

Radió Otter mientras corrían en dirección al terraplén.

- Los tengo cubiertos, supongo que en estos momentos desearían que esos “exo” les permitieran correr mas rápido ¿no?

En efecto, lo exo-esqueletos permitían al portador cargar mas peso, pero a costa de movilidad, por lo que no se podía correr con estos. Lograron huir sin mayor contratiempo, pero en la granja las cosas estaban lejos de terminar, ahora el tiroteo era entre los militares, unos desesperados, intentaban evitar terminar en las mazmorras, y otros en inferioridad de número, trataban de sobrevivir, la balacera era entre el Ural del patio central y el almacén, los segundos habían logrado herir a uno de los sublevados, pero luego todo acabo cuando éstos lanzaron una granada por el boquete de la esquina.

Tras la explosión que acabo con el resto de los militares que venían a arrestarlos, los corruptos quedaron en un estado de incertidumbre.

- ¿Qué hacemos ahora señor?

Preguntaron sus hombres, en la mente de Kuznetsov se estaba fraguando un plan.

- Culparemos a los stalkers.

Se metieron de nuevo en el almacén para asegurarse de que todos estaban muertos, Kuznetsov tomo la MP5 y la Browning, ahora que lo pensaba, las cajas solo tenían las huellas de sus hombres.

- Pero el mando ya esta al tanto de que alguien esta contrabandeando nuestras armas con los stalkers, ¿Qué pasará cuando se enteren de que el grupo que mandaron a investigar esta muerto?
- Pues necesitaremos proporcionarles a los culpables.

Kuznetsov abrió fuego con la MP5, sus hombres, que confiaban en él, no tuvieron la menor oportunidad. Cateó el cuerpo de Petya en busca de mas municiones, ya había pensado bien los detalles de lo que se traía entre manos, tenía los culpables del tráfico, o sea, sus propios hombres que acababa de matar, los que podían encarcelarlo estaban muertos, y los stalkers habían huido proporcionándole a los culpables de dicha masacre, solo faltaba un detalle, acabar con sus compañeros en el puesto de control del Cordón, así no confesarían que él había salido junto con el grupo y no lo ligarían con el trafico, con las armas de los stalkers sería fácil culparos del “ataque”, luego radiaría una señal de auxilio informando del asalto y los stalkers pagarían en su lugar.

Así pues, se dirigió al control con una sonrisa en el rostro, iba a ser un trabajo fácil con esa arma silenciada, nunca se enterarían de que los golpeó, era una suerte que el alto mando nunca le hiciera caso a sus informes solicitando mas hombres, La Zona debía de tenerlo en alta estima, se iba a salir con la suya.

Epilogo

En un refugio subterráneo a las afueras de un caserío del Cordón, alguien escucho la llamada de auxilio del Mayor del ejercito, era una tarea sencilla con su radio descodificador de alta frecuencia, éste lo mantenía enterado de todo lo que pasaba a treinta kilómetros a la redonda. El ejército estaba encabronado, los stalkers habían secuestrado al Mayor Khaletskiy el año anterior, mataron al Capitán que enviaron a investigar sobre el tráfico de armas y acabado con sus hombres, de paso, osaron atacar el puesto de control del Cordón, masacrando a todos, era demasiado, respondieron a la petición de socorro despachando cuatro Hind´s cargados de Spetsnaz con la única misión de acabar con las bases stalkers del Cordón y Agroprom.

Él odiaba la competencia, era fácil deshacerse de ella cuando eran vendedores ambulantes, bastaba con despachar a un novato con ganas de ganar dinero fácil a matar al vendedor, pero cuando se instalaban en bases era otra historia, si atrapaban al asesino, éste podría conducirlos a él. Zorzal y Shilov se habían convertido en una espina en su costado, así que cuando se entero por sus contactos en el ejercito quien era el que proveía a Zorzal, decidió asestarle un duro golpe delatando el encuentro y dejando a la competencia sin proveedor. ¡Pero ahora esto!, era mucho mejor, claro estaba que perdería muchos clientes, pero siempre vendrían mas, siempre venían.

Rápidamente cuadró la situación a su favor, contactó a dos mercenarios de su confianza, Garik y Zhorik para que se asegurarán de que los comerciantes stalkers murieran en el asalto, luego por sus conexiones en el ejercito arreglo para que la mercancía de Zorzal y Shilov terminaran en sus manos, como punto final, se aseguraría de hacerse con el monopolio del comercio en la Zona, por lo que contacto a un viejo conocido.

- ¿Estas seguro de que esta información es cierta?
- Por supuesto, yo mismo intercepte la transmisión.
- Entonces lo único que debo hacer es esperar a que las aguas se calmen y asentarme en donde sea que los stalkers se establezcan ¿no es así?
- Correcto, serás el nuevo comerciante.
- Sabes que hace tiempo no me interno en la Zona, ya he perdido el toque.
- No te preocupes, hablaré con los mercenarios Garik y Zhorik para que te escolten, de paso me parece que los necesitaras para cuidar el negocio, te enviaré mucha mercancía ya que aquí no puedo tenerla y no quiero correr el riesgo de ser relacionado con lo sucedido.
- Me proveerás de todo y yo solo tendré que pagarte tu porcentaje ¿cierto?
- Te enviaré todo, armas municiones, raciones, licor, todo lo que te haga falta.
-¿Licor?, esta bien, siempre e querido tener un bar, hasta se me ocurre un nombre que pega con el lugar, ¿que tal te suena…….Los Cien Rad´s?
- Me importa un carajo como le llames, ¿entonces tenemos un trato?
- Tenemos un trato.
- Muy bien, recuerda mantenerme al tanto de todo cuanto pase, esos stalkers creen que son los amos y señores de La Zona, así que asegúrate que sigan pensando de esa manera, no queremos que sepan realmente quienes manejan los hilos aquí.

El interlocutor rió sonoramente mientras él cortaba la transmisión, se recostó pesadamente en la silla lleno de satisfacción mientras se decía en voz alta a sí mismo…

- Así se hacen las cosas.