Espacio donde florece el FanFiction, la escritura que ha sido inspirada por las aberraciones de la Zona.
TEMA: PDA de un Stalker IV; La Zona.
PDA de un Stalker IV; La Zona. 06 May 2011 19:29 #6036
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Después de escapar por lo pelos de la emboscada en la granja en el Cordón, el grupo se dirigió al campamento Stalker a recobrar municiones, aunque ninguno hizo comentario alguno durante la caminata, era evidente el nerviosismo que tenían, por un lado, el temor a ser casados por los militares, y por otro, habían perdido el contacto que les suplía de armas y municiones, eso era malo, MUY malo, a Zorzal no le iba a gustar nada ese hecho, a ninguno de los stalkers de la base de Agroprom le caería bien la noticia, dicha base estaba sujeta a ataques constantes, tanto de bandidos como de mutantes, si ésta caía…… La verdad que él en particular no pudo hacer gran cosa, ya había gastado el dinero que tenía en el equipo de stalkers, y peor aun, perdió la Browning en el tiroteo, esto en verdad que era un duro revés, de las tres, era la única arma que empleara hasta ahora, le daba mucha confianza la mayor probabilidad de impacto que da el uso de perdigones, por lo que se resistió a vender la poca munición que le quedaba, con la esperanza de encontrar un reemplazo. Al terminar de reaprovisionarse salieron rumbo a Agroprom, para informar a Zorzal de lo ocurrido, en el camino tuvieron que esconderse entre la arboleda, dos Hind´s les sobrevolaron, por la dirección que llevaban no sabían precisar si a Agroprom o a los pantanos. Llegaron al Vertedero a mediados de tarde, los bandidos del peaje no estaban, algo andaba mal, enfilaron hacia el Instituto para entrar por las cercanías de la base de Deber cuando multitud de comunicaciones pidiendo socorro o gritando órdenes inundaron sus PDA´s, estaban atacando la base Stalker. Se ocultaron en los vehículos del Cementerio de Máquinas y escucharon atónitos e impotentes como el mapa de la Zona cambiaba para siempre, por lo que escucharon, también estaban atacando la base del Cordón, se miraron unos a otros pensando en que les habría pasado de haberse quedado ahí mas de la cuenta. Dado lo cercano de los eventos, el incidente de la granja, y este ataque repentino por parte de los militares para erradicar a los stalkers, se preguntaban, no, tenían la certeza que ambos eventos estaban conectados, aunque algo no encajaba en la ecuación. - ¿Porque?, Pregunto Nadezhda, - No lo comprendo. - Fuimos unos tontos al pensar que podíamos ganarle al ejército, ellos tienen todas las cartas, efectivos, poder de fuego, libertad de entrar y salir cuando lo deseen… - ¿Qué hacemos ahora? Otter se quedo meditando por unos segundos, hasta que dio con lo que pensó era más conveniente. - Debemos separarnos, si a los militares les da por cazarnos uno a uno les será mas difícil vernos desde el aire si viajamos en solitario. Le dedico una mirada a Otter. - Se lo que estas pensando, estarás bien, créeme, ya te he enseñado todo lo necesario y has estado en peores situaciones que en las que hemos estado nosotros cuando éramos unos novatos, y las has logrado sobrevivir. El resto del grupo le dedico una mirada solidaria y asintió. - Solo recuerda no subestimar a la Zona y mantente despierto. Dijo Nadezhda. - ¿Y que haremos con el encargo?, preguntó. Con toda la situación, se habían olvidado por completo del maletín que él había rescatado de la granja. - A ver que hay ahí dentro chico, le dijo Otter, sea lo que sea, y con todo este revuelo, dudo que ahora importe el que entreguemos esto. - Todavía podríamos venderlo, dijo Maestro. - ¿Si?, ¿a quien?, ¿que no estas escuchando la radio?, nos están matando, ¡a todos!, quien quiera que sea el infeliz que pidió esto bien podría estar muerto en este mismo momento. - ¿Entonces que sugieres Otter? - Por mi, se lo puede quedar el novato, después de todo fue él el que arriesgó la vida tomando la maleta en pleno tiroteo, total, si no lo hubiera hecho, eso, sea lo que sea, estaría perdido con todo lo demás. Colocó el maletín entre todos ellos para que pudieran ver el contenido, y lo abrió. Todos quedaron desconcertados con el contenido, todos excepto Oleg Gusarov, el si que sabía lo que era, cosa que todos notaron al ver que no reacciono como los demás. - ¿Qué demonios es eso Oleg? - Bueno, ciertamente el hijo de puta de Kuznetsov tenía razón, quien quiera que sea el que encargo esto, sabia lo que quería. - ¿Si?, pues termina de decirnos que es esa cosa. - Es una escopeta Atchisson AA-12 CQB. - ¿Una escopeta?, ¡JA!, pues ¿que tiene de especial?, digo, aparte de lo fea… - Déjenme explicarles, lo que tienen aquí es una de las pocas escopetas diseñadas de cero para el uso militar, como sabrán, las escopetas de combate son, en su gran mayoría, adaptaciones de las civiles, ésta por el contrario está pensada para el uso exclusivo de los militares, funciona a gases y es capaz de disparar en fuego simple o automático como cualquier fusil de asalto, lo que la hace verdaderamente letal a rango corto, y por si fuera poco es casi carente de retroceso convirtiéndola en un arma muy precisa para su clase… Al terminar esa frase a más de uno se le escapó un silbido… - no solo eso, en este ambiente tan hostil para con las armas, el que pidió esto pensó en todo, ya que ésta se fabrica con siete tipos de metales distintos, por lo que es casi libre de mantenimiento e innecesaria su lubricación, esto de aquí es un cargador tipo tambor para 20 cartuchos, y estos otros tres… Oleg hizo una pausa, y por la expresión que tomó su rostro por pocas milésimas de segundo, notó que algo le inquietaba, al mirar a los demás se percató que solo él había reparado en esto, ya que los otros todavía contemplaban el arma. - estos tres son cargadores de ocho cartuchos. Oleg era un ex Spetsnaz y nada se le escapaba, se percato que él noto el gesto de su cara. - Ven un segundo novato, déjame hablarte de tu nuevo juguete, ¿tienes todavía la munición de tu escopeta?, permítemela, te ayudare a cargar el tambor… Mientras le hablaba, se separaron un poco del grupo. - Ahora bien, lo primero que debes saber es como operarla, te explico, todo está en el gatillo, si lo aprietas suavemente una vez, ésta disparará un único cartucho, pero si tiras hasta el fondo disparará en fuego automático… Oleg volteó hacia el grupo para constatar que estuvieran a buena distancia, y luego le habló, en un tono mas bajo. - Escúchame bien novato, esto no me gusta nada, si fuera tú, enterraría ese trasto y me olvidaría de todo el asunto, pero dado como están las cosas, puede que te haga falta… - ¿Qué ocurre Oleg?, algo te preocupa… - Préstame atención, el que hizo este encargo pago mucho dinero por esto, ¡MUCHO!, no es solo el arma, son los contactos que debe tener, y para rematar, esto que tienes aquí… Le mostró lo que tenía en las manos, eran los cargadores de ocho cartuchos, los había tomado antes de agarrar el de tambor, colocándoselos en el bolso de las piernas, éstos, a diferencia del primero, estaban cargados. - ¿Qué con eso? - Es la jodida munición… - ¿Si?, ¿que con ella? - Veras, el hijo de puta no es cualquier pasmarote, si que sabe de armas y posee buenos contactos, estos cargadores tienen cada uno ocho cartuchos FRAG-12… - ¿Y que se supone que es eso?, es primera vez que lo escucho. - Por supuesto que es primera vez que lo escuchas, pues es una munición exclusiva para escopetas y reservada nada mas para uso militar, ya que cada cartucho contiene una granada, que al ser disparada despliega unos alerones para estabilizar su vuelo, confiriéndole a la escopeta un rango efectivo de ciento setenta y cinco metros. - ¿¡Que!?, eso es imposible, es una escopeta, las escopetas no tienen semejante alcance. - Te lo estoy diciendo, con esta munición, una escopeta se convierte prácticamente en un mini lanza granadas, cada uno de estos cargadores tiene una munición con distinta función, por ejemplo, la de este color son explosivas, esta otra es de fragmentación, y por último este cargador tiene es de alta penetración. Reflexionó un momento sobre todo lo que le acababa de revelar Oleg, ciertamente era algo perturbador, ¿para que alguien querría tanto poder de fuego?, y cuanto le abría costado todo eso, Oleg pareció leerle el pensamiento. - Escucha, si el stalkers que pidió ese encargo está vivo, puede que llegue a pensar que con todo este lío, su pedido se perdió, pero si se entera que alguien está paseándose por ahí con su juguete, es obvio que lo querrá de vuelta, así que ándate con cuidado, y esperemos que no sea lo peor. Volvió a leer su rostro, y vio que “lo peor”, no era ninguna de las alternativas antes mencionadas. - ¿Y que puede ser lo peor según tú? - Pues que el pedido no sea de un stalkers, por la nacionalidad del arma, no me fío que haya sido uno de nosotros. - ¿Y quien si no? - Pues solo hay un grupo en La Zona, que opera con armas foráneas. - ¿Quieres decir? - Mercenarios, todos sabemos que no son de por aquí, es decir, ¿Enfield´s L85A1?, ¿Sig´s 550?, ¿LR´s 300?, todo apunta a efectivos Ingleses, Norte Americanos y quien sabe de que otras naciones mas. Volteó para ver que el resto del grupo se les acercaba, Oleg los vio, y añadió algo antes que los demás estuvieran lo suficientemente cerca para escuchar. - Guarda los de ocho para cuando realmente los necesites, no los vayas a gastar con cualquier zopilote. - ¿Qué hacen aquí?, ¿que tanto hablan uds dos? - Nada, es solo que no quería que se pusieran celosos del nuevo juguete del novato. - Bueno, ya basta de charla, la situación todavía es volátil y estamos demasiado expuestos, así que creo, que es hora de tomar cada quien por su lado, Los ánimos estaban por el suelo, el grupo se desmantelo, se despidieron y cada quien tomo su camino. Sopesó sus opciones, no podía volver al Cordón, mucho menos a Yantar pues tendría que pasar por Agroprom, Rostov, la planta de Júpiter, al igual que el Valle Oscuro y Yanov eran tierra de nadie o demasiado lejos para llegar antes que anocheciera. Era hora de aplicar lo aprendido, dado que tenía que procurarse cobijo antes de anochecer, decidió que debía buscar un lugar seguro ahí mismo en el Vertedero. Saco una tuerca hexagonal de dos pulgadas que tenía atada a una cuerda, algo pesada ciertamente, calculó la dirección del viento y emprendió la marcha con éste en contra. Así pues, iba lanzando la tuerca lo más lejos posible para comprobar que no hubiera anomalías, una vez comprobado esto, recogía la tuerca con la cuerda mientras avanzaba, y en la otra mano sostenía el ECO para sondear el área con más detenimiento. La Zona era como una gran trampa, se percató de cómo la dirección del viento cambiaba de manera caprichosa e imposible, con lo que tenía que alterar el camino que se había trazado para llegar al Mercadillo, para así mantenerlo siempre en contra, y evitar ser olfateado por algún mutante. Bandadas de cuervos parecían seguirlo por doquier, anunciándole al mundo de su presencia. Mientras caminaba, su PDA captó nuevas comunicaciones, los bandidos estaban desmantelando su operación de tráfico y juegos de la terminal de descarga de trenes del Vertedero. Ir de un sitio a otro en la Zona no era cosa fácil, y caminar en línea recta podía ser la manera mas fácil de terminar muerto, cada cierto tiempo paraba a comprobar los alrededores a través de la mira del rifle para asegurarse de que no hubieran tropas o renegados en las inmediaciones, trataba de caminar por la arboleda para tener cobertura contra los helicópteros, pero eso significaba andar donde los matorrales eran mas altos, ideales para ser sorprendido por ciegos o gatos, por lo que de cuando en cuando se agachaba para quedar oculto por la hierba y escuchar con atención en busca de sonidos que delataran si estaba siendo acechado. Pero sonidos eran lo que sobraba, el viento creaba cantidad de cacofonías al rosar la hierba y los árboles, las estructuras abandonadas y los vehículos hechos chatarra, las charcas y los troncos podridos. Miraba en todas direcciones con recelo, de cualquier lugar podía saltar un mutante con ansias de hambre, cualquier roca podía esconder una emboscada de renegados, las llanura apacible podía ser una campo mortal de anomalías, y para empeorar las cosas, la noche amenazaba con echársele encima junto con nubes grises que anunciaban una fuerte tormenta. Continuó su pausada marcha rezando por encontrar refugio antes de que se iniciara la tormenta, de pronto, la alarma del ECO le obligo a dar un rodeo a un gran montículo de tierra, basura y escombros donde antaño se botaron tantas máquinas envenenadas por radiación, inmediatamente frente a él, la tuerca topo con algo que podría describirse como una “bolsa de aire mas denso”, era una anomalía, lanzo la tuerca en otra dirección y obtuvo el mismo resultado, repitió el proceso tres veces mas y las tres veces fue lo mismo, no le quedaba otra opción que volver por sus pasos. Pero cuando se disponía a regresar capto movimiento a lo lejos por donde había venido, era una manada de ciegos, se llevó la mira del rifle al rostro, eran al menos siete canes. - Que mierda. Se agachó mientras seguía observando el paso de la manada, en eso, unas gotas de lluvia comenzaron a derramarse, miró con pesar como éstas le indicaban que el viento había cambiado de dirección una vez mas, en sentido a los perros. - Mierda mierda mierda. Se colgó el rifle en la espalda y tomó la Atchisson en espera de lo que pasaría, la manada se detuvo a olisquear el aire, pero supuso que el olor de la lluvia había ocultado su rastro, ya que al rato siguieron de manera apresurada, seguramente para buscar donde guarecerse de la lluvia, sin embargo se quedo en ese lugar un rato mas, dando tiempo a que el peligro se alejara. Pasado un rato volvió a colgarse el AA-12 para seguir su camino, era algo incomodo cargar con el rifle y la escopeta, de ser posible hubiera querido uno de los dos en el casillero del Cordón, pero dada las circunstancias eso no era posible, volvió a tomar la tuerca y el detector para salir de ahí, cuando se le ocurrió arriesgarse a sondear el campo anómalo para probar suerte. Caminó en dirección a una de las “paredes” prestándole atención al detector, ahora eran más fáciles de ver gracias a la lluvia, pero aún así, lanzo la tuerca para constatar exactamente donde comenzaban y donde terminaban las anomalías, acercándose lo más posible para registrar de manera eficiente en busca de artefactos. Recordó que Otter le explicó que las anomalías creaban una reacción en interacción con los artefactos que hacían que éstos no se vieran a simple vista, solo con un detector se era capaz de precisar la posición exacta del mismo ya que registraba la energía liberada en dicha reacción, así que tras examinar con detenimiento el área señalada, se lograría ver al artefacto perfectamente mimetizado con el ambiente, por lo que pasaría totalmente invisible para un observador casual. Terminó sus lecturas sin ningún resultado positivo, muy desalentador, así que se dispuso a salir de ahí, ya estaba demasiado oscuro y la lluvia arreciaba, era difícil ver a lo lejos, y los relámpagos ocasionales dibujaban siniestras figuras que lo hacían detenerse a comprobar si se trataba de una bestia o de un juego de sombras producto de los árboles, al paso que iba temía no llegar nunca a un buen lugar donde ocultarse, y ya estaba mojado hasta lo huesos. Gracias a la Zona, estuvo equivocado en lo último, un relámpago le iluminó a lo lejos la figura de los tanques contenedores que quedaban en las cercanías del Mercadillo, éste no se trataba de un mercado en sí, sino que consistía en una estructura a medio terminar, solo era el esqueleto de concreto de una edificación que nadie sabia para que estaba destinada, gran parte del mismo había caído, y no tenía ningún techo salvo el que proporcionaba el piso de la primera planta y el mismo esqueleto de concreto. Una gran pared estaba caída en uno de sus costados formando una “rampa” por la cual acceder a la primera planta además de las mismas escaleras, por la parte que daba al Valle Oscuro quedaba su única pared en pie, de la que pendían algunos ductos, vigas y tubos, y al pie de ésta, una puerta que daba a una especie de sótano, la misma se encontraba cerrada. Afuera, hacia el lado que daba a la carretera, había una pequeña redoma que daba acceso a los posibles vehículos que hubieran venido al lugar de haber sido terminado, era un sitio en verdad extraño, no existía ningún indicio de construcción en proceso, y a su vez parecía haber estado en funcionamiento, no sabría decir. El Mercadillo como tal estaba vacío, supuso que así como ellos, los stalkers del lugar escucharon las llamadas de socorro producto del ataque de los militares y tomaron la sabia decisión de huir del lugar. Se percato que en la redoma estaba lo que quedaba de un Lada, tras pensarlo un tiempo decidió ocultarse en el auto, era poco probable que alguien lo descubriese ahí, y le parecía mas seguro que el Mercadillo sin paredes que daban fácil acceso a cualquier atacante, así que entró al Lada por el parabrisas, acomodándose en el piso del asiento trasero, no era muy cómodo, el olor a herrumbre y tela podrida era difícil de soportar, pero era mejor que estar afuera a la intemperie, así que lo soportó. Nuevos sonidos le hicieron compañía mientras anochecía, luchaba por no dormir, por no quedarse dormido ahí, temiendo ser atacado a pesar de su escondite, tanto dentro como fuera de sus sueños por criaturas engendradas en el horror mismo, cuando de pronto escucho un sonido familiar, el sonido de un motor diesel que se aproximaba. Se asomo por la parte de atrás al tiempo que veía pasar un Ural en dirección al Cordón, había escuchado sobre ellos, los llamaban “camiones de la muerte”, observó como se alejaba por la carretera, cuando se perdió, su mirada quedo de igual manera, observando la lluvia que lloraba a tantos caídos. A partir de ese día el número de stalkers en la Zona se redujo considerablemente, los que no murieron en el ataque fueron victimas de mutantes o anomalías en su premura por huir de la masacre, todas las bases fueron arrasadas. Epilogo Por la vieja carretera, camino al Cordón, un viejo Ural corría a encontrarse con su destino, lo que el conductor no sabía, era que éste no era el mismo que él tenía pensado, pues como por mano de un dios que por lo general se hallaba ausente de La Zona, el camión de la muerte sería interceptado por un rayo, solo uno de sus ocupantes seguiría con vida, pues ese mismo destino que lanzo la saeta eléctrica, tenía preparado algo para ese único superviviente, algo que debía cumplir. |
Última Edición: 07 Oct 2012 21:53 por S.T.A.L.K.E.R. Caracas.
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Re: PDA de un Stalker IV; La Zona. 10 Jun 2011 01:29 #6250
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estará pronto la siguiente parte?
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Re: PDA de un Stalker IV; La Zona. 10 Jun 2011 04:50 #6251
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Los relatos los tenía listos hasta el V, tengo que darle una revición pues pienso cambiar unas cosas para darle a los lectores una vision mas amplia de la vida en La Zona, el que me lea se dará cuenta que mis escritos no se tratan de "plomo" y mas nada, trataré de publicarlo la semana proxima...
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