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TEMA: RdS - 04 - Evolución
RdS - 04 - Evolución 25 Nov 2010 17:27 #2076
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Ya va, ya va.
Evolución 1000 horas, 31 de Octubre de 2013, Rostok, La Zona. El grupo estaba parado en los límites de la base. Un lugar que antes, los Mercenarios, utilizaban para poner a sus francotiradores, pero que ahora pertenecía a Hela. El grupo se detuvo antes de ingresar a esa galería. Se percataron de que al otro lado de la segunda puerta, estaba un grupo de mercenarios vigilando desde una cómoda fogata. – Bueno, –dijo Alek– aquí es donde tú entras, Shinigami. – Sí, no sabemos cuantos son ni si están armados o algo por el estilo. –balbuceó Minkia – ¿Quieren que lo averigüe? –preguntó el asesino – Eso ya es algo obvio. –suspiró Tagu Shinigami cruzó la primera puerta. Pero en lugar de seguir avanzando por la segundoagiró hacia su izquierda y comenzó a correr hacia la pared. Antes de estrellarse la cara, saltó, pisando la pared. Dio un paso hacia arriba y apoyó ambas piernas sobre la vieja superficie de ladrillos. Se impulsó y saltó hacia su espalda, usando todo el peso de su cuerpo para girar. Sujetándose de un agujero en el techo-entrepiso y subiendo a la galería de tiro. Para su suerte, los mercenarios no le habían oído. Miró hacia arriba, un agujero en el techo, a una altura ideal para subirse. Ya desde el techo de metal, agachado, les hizo señas a sus compañeros, para que se posicionaran entre las dos puertas de metal y tomaran piedras, esperando la señal. Shinigami volteó y vio un viejo taller de vehículos, donde la gente solía buscar artefactos. Caminó por los techos, silenciosamente, y, haciendo una acrobacia, se lanzó adentro del taller, aterrizando sobre un viejo camión roto, a centímetros de caer en una anomalía. Haciendo uso de su PDA, envió un video de reconocimiento a sus compañeros. Luego, tomó una piedra pequeña y lanzó sobre la cabeza de una de sus víctimas. Se alteró y dio una bofetada a uno de los que se sentaban a su lado, porque pensó que era una broma; pero en realidad no se había dado cuenta de la situación. El asesino tomó otra piedra y la lanzó hacia los mercenarios. Estaba vez, uno se puso de pie y se acercó a los arbustos intentando descubrir quién atacaba a sus colegas. Pero una corta lluvia de piedras provenientes desde la puerta de metal lo interrumpió. El grupo entero de mercenarios se puso de pie y tomó sus armas en avance furioso. Cuando Shinigami tomó su Vintorez, llamado Viktor, y se ubicó para matar a cada una de sus seis víctimas usando dos balas con destino al cerebro para uno. No murieron de inmediato, pero les dio tiempo al resto del equipo para arremeter contra los ya heridos, para acabar con su sufrimiento. Cuando se dieron cuenta, Shinigami ya había desvalijado a los cadáveres, con algo de desprecio por perturbar a los muertos, pero sonreía bajo el casco del SEVA mientras agitaba un fajo de billetes, tres mil Rublos. « No los van a necesitar a donde van… demonios, tengo que ver a dónde van. » dejando con un poco de inquietud a sus acompañantes, quienes no entendían que él hablaba de las almas de los recién difuntos. Quedó mirando a los fríos cuerpos inmóviles un segundo, pero viró rápidamente hacia el Norte. Dicen que la Zona reclama las almas de todos los que mueren en ella, pero nadie sabe lo que pasa con esas almas. – Se dirigen a la Central Nuclear. –dijo el asesino– Tendré que ir ahí para limpiar el lugar después. – Es una locura, –expresó Tagu– Ir adentro de la Central de paseo es suicidio. – Déjalo, Dragón. –reparó Alek– Si quiere morir en el centro de la Zona, que lo haga. Pero antes deberías divertirte un poco. Minkia lo obligó a avanzar. Pero sabía que del otro lado habría problemas. Tagu y Shinigami entraron de vuelta en la Base de Hela, y repitieron el proceso para subir al techo. Desde ahí, bajaron cuerdas para ayudar a subir a sus compañeros. Cuando se voltearon para ver el resto del área salvaje, se encontraron con un océano de sangre. Perros ciegos, pseudoperros, roedores, pumas, jabalíes, carnes, chupasangres. Era una carnicería de mutantes. Y estaban a menos de 20 metros de los Mercenarios que acababan de matar. Como si todos los animales mutados de la Zona se hubieran reunido para una batalla apocalíptica para decidir cuál especie es la más feroz. – Eh… Chicos… será mejor que vayamos caminando por los techos. –propuso Alek algo nervioso – Esto es el Infierno. –señaló Minkia asqueado por el espectáculo – No… –lo interrumpió el asesino– La Zona no es el Infierno… es la puerta de entrada a éste. –los ojos del Shinigami podían verse a través del caso SEVA; era tanta su tristeza, angustia y miedo que ni siquiera su máscara de calavera la podía disimular Él miró hacia abajo, hacia sus manos. Tenía su Vintorez en la mano derecha, y sostenía una AK 74 en la mano izquierda, la cual se había olvidado de guardar. Aterrado ante su sueño, soltó la AK 74 y guardó el Vintorez. Los mutantes oyeron el arma caer y giraron, como si todos hubieran hecho las paces. Sus ojos apuntaban hacia el Shinigami, aterrado. De inmediato, lo mutantes más débiles huyeron, y los más fuertes continuaron su ensangrentada lucha entre ellos, ignorando a los cuatro stalkers. – Aquí viene la parte fea. –exclamó perturbado el asesino y comenzó a correr por los tejados con dirección a Yantar Sus acompañantes comenzaron a mirar a su alrededor y vieron zombis escalando las paredes, intentando alcanzarlos a ellos. Los tres stalkers iniciaron un escape despavorido, persiguiendo al asesino en un intento por alejarse de los zombis, como si él los llevara a un lugar seguro. Pero estaban equivocados. El lago Yantar podía divisarse desde el último edificio en el extremo más al Suroeste de Rostok. Los cuatro stalkers bajaron de los tejados y corrieron hacia el laboratorio móvil, buscando refugio de la masacre que pronto lo seguiría. |
Última Edición: 25 Nov 2010 23:35 por SaigoTenshi.
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