Verán nombres de armas que les parecerán extraños. Trato de utilizar los nombres reales de las armas, consultando con mi hermano menor y en
world.guns.ru
También verán cosas del Call of Pripyat, que agregué ahora mismo, en la remasterización de los capítulos, unificando las tres entregas de STALKER para que les sea más sencillo a ustedes comprender las dimensiones geográficas del juego (cosa que me fue difícil conectar a mí al principio y me llevó dos años xD).
Bueno, aquí les traigo el 4 capítulo de mi primera saga, trataré de publicarlos más rápido.
Excavadores de Memoria
1800 horas, 4 de Junio de 2013, el Cordón, La Zona.
El último de los Renegados apareció ante el grupo. Se creía que esa facción ya estaba extinta desde hacía casi dos años.
El Renegado había estado hablando un par de horas con los creadores del campamento mientras era vigilado por todos los nuevos moradores de ese refugio.
– Entonces, resumiendo –explicaba Dante– volví a Ucrania en Enero de este año y no recibía respuesta de ningún otro Renegado. Y no quería hablar con los Bandidos. Tampoco podía comunicarme con mis amigos, españoles, que están en varias facciones, entonces intenté colarme para investigar. Pero para llegar al pantano tenía que atravesar el Cordón. Cuando llegué hoy, estaba pensando en cómo traspasar el control militar, pero llegó ese hombre de gabardina roja que los liquidó a gran velocidad. –mientras encendía un cigarrillo– No entiendo cómo salió intacto. Entonces, crucé el control y me colé al Pantano. Recorrí la zona escondido entre los arbustos y no había señal de ningún miembro de mi facción y aún menos de la subfacción D.A.R.K. Una agrupación que formé reuniendo a los Bandidos, Renegados, Militares y Mercenarios más fuertes. Nosotros arrasábamos con todo y así casi conseguimos dominar gran parte del Pantano y el Cordón. Pero ahora está intransitable aquella zona.
– ¿Y para qué hablas con nosotros, si casi simpatizas con los bandidos? –replicó Rick
– Los Renegados fuimos Bandidos que no queríamos formar parte de una familia, cada grupo va por su propia cuenta. Ahora, ¿los pantanos? son prácticamente intransitables, aún más difíciles que hace dos años, casi muero 5 veces hoy. Además, soy el último Renegado que queda, mi facción ya no existe. Entonces busqué a Sidorovich y le pregunté por el hombre de capa roja, Shin-algo. Voy a crear una nueva facción, trayendo a todos mis viejos amigos, pero con otra orientación. Por eso busco al tal Shi-no-sé-cuánto.
– Yo soy… El Shinigami. –dijo el asesino poniéndose de pie
Al cabo de dos horas donde los tres compartieron sus historias decidieron formar un grupo. El asesino se fue para hablar con el comerciante, mientras un grupo de Bandidos se colaba sobornando a los militares y apuntaban al nuevo refugio de Solitarios.
Un novato en el techo más alto divisó al grupo que venía del Suroeste y dio la alarma para Bandidos. Rick tomó su AK 74 y con prisa subió al techo del almacén Sur, el edificio donde él y su hermano habían iniciado su avance. Desde un agujero en la pared sacó el cañón del arma mientras encendía la visión nocturna y comenzaba a dispararles en los ojos a los ladrones.
Por su parte, Dante, cansado de lidiar con bandidos novatos que tienen falsas ilusiones, tomó su ballesta y sus flechas con cápsulas del ácido de la anomalía Ponche de Frutas. Dichas cápsulas estaban dentro de la cabeza de la flecha, la cual era de yeso y se rompía fácilmente.
Posicionado detrás de uno de los vehículos que movieron para bloquear ese acceso al patio, comenzó a dar lentas y precisas descargas de sus flechas sobre los pantalones de los bandidos, haciendo que sus rodillas se destruyeran por el ácido para así no poder caminar. Los stalkers novatos, aprovechaban la situación que les otorgaba Dante y terminaban de liquidar a los incapacitados bandidos.
El Renegado abrió sus ojos con sorpresa y gran temor al darse cuenta de algo, existían cuatro formas de entrar a ese lugar, dos estaban bloqueadas por vehículos y las otras dos con solo dos guardias. Dante gritó:
– ¡Vayan tres stalkers a cada punto cardinal, los guardias ya se quedan allí, entonces habrá cinco en las entradas! ¡Rick, quédate allí, yo voy a la barrera norte! ¡Los restantes, súbanse a los edificios y apunten por las ventanas! ¡Esos bandidos venían del lado de los militares, y los Bandidos de verdad pronto se darán cuenta de que matamos a sus clientes!
Los minutos pasaron, Dante revisaba su PDA, en su mapa se acercaban enemigos lentamente. Todos temían lo peor.
Uno de los novatos salió corriendo en dirección a los Bandidos en un ataque suicida. Eso sirvió de distracción, mientras los stalkers en la base lanzaban todo lo que tenían a los malhechores que miraban asombrados a la estupidez del novato, rápidamente cayeron muertos mientras el stalker llegaba caminando, molesto, a la cima de la colina. Sus amigos mataron a los “chicos malos” que él quería matar, no le parecía justo. Entonces aprovechó la ocasión para tomar todas las mochilas y arrastrarlas de vuelta a la base, sabiendo que los mutantes podían llegar en cualquier momento.
El tiempo volaba, ya no había enemigos cerca salvo los campamentos de mutantes. Los ánimos se calmaron y todos volvieron a sus posiciones cuando confirmaron que ya no había peligro cerca, sin tomar en cuenta lo peligrosa que ya es de por sí la Zona.
Eran las 1900 horas. Estaban sentados en el fogón del edificio principal cuando Shinigami llegó.
– No te lo vas a creer, atacaron los Bandidos y los matamos antes de que llegaran a tu alambrado, ¡dos veces! –dijo el Renegado con aires de superioridad mientras los novatos festejaban sus victorias, compartiendo vodka, panes, salchichas asadas y algunos pocos tenían cigarrillos, mientras otros intercambiaban municiones tomadas de los recién muertos.
– Eso es excelente, no creí que podrían repeler con tanta facilidad, pero eso significa que este campamento no caerá en manos enemigas. Ahora, Sidorovich quiere que yo sea uno de sus informantes el tiempo en que esté en la Zona.
– Já, eso será molesto. –expresó el Renegado
– Dejaremos este refugio a manos de este grupo de Stalkers y nosotros nos adentraremos un poco. Debemos avanzar hasta el Vertedero, allí habrá muchos Bandidos. Rick, tendrás tu práctica de tiro. Yo tengo que averiguar el paradero del traidor. Dante, si quieres formar una nueva facción, busca que sea algo distinto de los Bandidos, los Renegados o Mercenarios.
– ¿Quién te puso a ti a cargo? –se quejaba Dante con un cigarrillo entre dientes
– Es más experimentado, por desgracia. –tomó la palabra Rick– Pero tiene razón, y me está ahorrando trabajo, así que lo dejo así. Además, fue policía y militar, sabe lo que hace. Lo único que me preocupa son los cigarrillos, Dante: atraerán a los mutantes pues su olfato es mucho mayor a los animales comunes. –Dante apagó su cigarrillo recordando lo espantoso que es el ataque de un pseudoperro
– Como sea. –el Renegado estaba molesto– Yo quiero hacer una facción de destructores, Apokalipsis. Serán completamente neutrales, lo mejor es tener algunos que sepan comerciar para obtener pasta y mantener a todos a raya.
– Yo me uno. –interrumpió Shinigami
Ante esa inesperada respuesta, Dante sonrió mientras Rick también aceptaba la oferta.
– Bien. –sonreía ahora el Renegado– Nosotros necesitaremos una posición neutral ante todas las facciones para empezar, pero ya somos aliados de los Solitarios, y los Militares odian a todo el mundo. Sidorovich dijo que las facciones han sufrido muchos cambios en posicionamiento estratégico en dos años, pero no tanto desde que se despejó el cielo, lo hizo un tal “Marcado”. Las últimas ubicaciones son: Solitarios en el Cordón, Agroprom, Almacenes Militares y Zatón; Bandidos en el Vertedero, el Valle Oscuro, Zatón y Júpiter; Militares en el Pantano, en La Barrera de los Almacenes Militares, la mitad norte de Pripyat; Deber tomó de nuevo una base en Agroprom, también están en Júpiter, y tienen la mitad de la fábrica de Rostok; la otra mitad era territorio salvaje que tomaron los Mercenarios, pero ahora hay otra facción desconocida que limpió toda el área; Libertad está en los Almancenes Militares, y en Júpiter compartiendo territorio con Deber, que es difícil de imaginar, también están en el Valle Oscuro compartiendo territorio con los Bandidos; los Ecologistas se mantienen en Yantar y desde que cielo se limpió, Monolith y Conciencia-C se disolvieron, así como Clear Sky y los Renegados. Mercenarios hay en varios lugares, algunos están por su propia cuenta sin atacar a nadie y yo conozco a uno que es una buena persona, otros son del grupo de hijos de puta que andan robando documentos militares.
– Debemos tomar el Vertedero. –replicó el joven armamentista– Los territorios militares serán inútiles, pues enviarán más soldados de todo el país.
– Tendremos acceso a la mayoría de la facciones desde allí, lo único malo es que la mitad norte del Vertedero es un campo de guerra entre Deber y Libertad, pero ninguno mueve sus límites más allá de los mini-puestos de control en los accesos al Vertedero.
Una vez trazado el plan, la nueva facción Apokalipsis comenzó su marcha por el territorio reclamado por mutantes en la mitad norte del Cordón. Salirse del camino de asfalto era inútil y estúpido, pues los detectores de anomalías pitaban como locos a lo largo de la carretera y nadie quería resolverse en lanzar un tornillo a esas anomalías, pues sabían que eran del tipo gravitatoria. Dante, temiendo a los pseudoperros, no se atrevió siquiera a abrir la cajetilla de cigarros; sin embargo, ningún mutante se cruzó en su camino esa noche. Eran las 2115 horas y el nuevo grupo ya divisaba el puesto de control de los Solitarios que llevaba al camino a su nuevo objetivo: El Vertedero.