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TEMA: SeCh - 05 - Reciclaje
SeCh - 05 - Reciclaje 13 Nov 2010 18:02 #958
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Hola, me adelanto para recuperar el tiempo perdido. Les traigo otro texto.
Con respecto a Hela, la facción de mujeres. Hace dos años, hice que ellas tomaran la base de Deber de Rostok, lo que supuso un problema de localización en textos futuros. Un día me propuse cambiar eso, pero mis colegas se enojaron. Después de investigar ese sector del mapa, en Rostok, encontré un lugar perfecto para Hela, de manera que NO ALTERE EN ABSOLUTAMENTE NADA LOS TEXTOS YA ESCRITOS SOBRE EL FUTURO (sí, tenemos textos fechados en 2014, 2015 y 2030 hasta 2038). Así que Alpana y Jota, no se preocupen, esto no cambia en nada las otras cosas que ya hicimos. Para los que no entiendan, ignoren lo anterior. No se preocupen, puse un mapa. xD Aquí va. Reciclaje 0500 horas, 5 de Junio de 2013, el Vertedero, La Zona. La nueva facción se estaba cruzando el portón que daba el acceso Sur al Vertedero. Allí había dos Solitarios que recibieron a los tres stalkers fundadores del nuevo grupo. – Lo siento, somos una nueva facción, Apokalipsis. Ya no formamos parte de los Stalkers Libres, mucho menos de la facción de los Solitarios. –dijo Rick – Entiendo. –respondió uno de ellos– Informaré a los demás novatos. – Pero… aún es peligroso pasar. –repuso el otro Stalker– Sidorovich estuvo escuchando las radios militares, y… hubo un enorme traslado anoche, aún no termina. – ¿Traslado? –preguntó el Renegado – Sí. Resulta que tanto Deber como Libertad tenían planeado tomar posiciones Militares y Agroprom ahora es dominada por Deber y Solitarios, así que hay muchos militares dispersos. Libertad mató a todos los soldados de los Almacenes, ellos ya terminaron de movilizarse; los Bandidos están compartiendo territorio con Libertad en el Valle Oscuro, así que hay un traslado enorme de Bandidos desde el Vertedero hacia el Este. – Oigan. –se acercó el Shinigami guardando su PDA– Sidorovich dijo que los militares también se enteraron de nuestra entrada a la Zona. Comenzaron a investigar, pero Sidorovich contrató a unos Stalkers para que llevaran todo lo que había en el Aparcamiento hacia la Granja Abandonada; los novatos, los vehículos que hacían de barrera, las bolsas de arena, los alambrados, los escombros, todo lo que no estuviera pegado al suelo. También los techos, soldaron metales durante la noche para tapar paredes y hacer barricadas. Dijo que dejaron la granja igual de cómo era hace dos años, antes de la desaparición de Strelok. Y que los militares tomaron el Aparcamiento. – Entonces. –replicó Dante– Todo es un caos, pero al menos mi información era correcta. Lo único malo es que ahora tenemos militares buscándonos. – Tienes razón. –respondió el solitario– Ah, y hay una facción nueva, H.E.L.A, está junto a Deber en Rostok. Y el dueño del Bar, mudó los 100 Rad’s a la barraca frente a la puerta del edificio principal de la base en Agroprom. Sí, Deber prácticamente abandonó Rostok, hay un par de hombres por ahí todavía, “cuidando” la base, y Hela tomó control del centro del Rostok, del lado del Territorio Salvaje, ahí donde está el gran patio. – ¿Todo eso ocurrió ayer mientras yo llegaba? –preguntó Shinigami – Sí. –le respondieron– Los militares están muy enojados por todo lo que pasó, ha comenzado de nuevo la guerra entre facciones. – Entonces. –interrumpió Rick– El sector Sur del Vertedero debe ser preparado para los Solitarios, mientras nosotros capturamos todo lo demás. – ¿Piensan tomar el Vertedero como territorio para su facción? –se enfureció uno de los novatos– ¡Pero son solo tres! – Te equivocas. –se reía Dante– En el camino, hicimos que muchos Bandidos y Solitarios se unieran a nosotros. Somos 47, yo soy el líder, Shinigami es segundo al mando, Rick es el ingeniero que repara y mejora armas y armaduras, tiene un poco de experiencia, pero aún aprende, sin embargo ninguno de nosotros tenemos su nivel. Y ya conseguimos un comerciante y un stalker cansado que atenderá un bar. Tenemos recursos, solo tenemos que echar a los que estén en la estación. – Entonces, les deseo suerte. –dijo el otro solitario Dante hizo una seña con la mano, comenzaron a subir por la colina un enorme grupo de stalkers escondidos entre los árboles de la carretera. Detrás del portón iban pasando lentamente los 44 stalkers, eran Bandidos y Solitarios que dejaron a sus facciones para unirse al clan Apokalipsis. Avanzaban a un buen ritmo, pero cuando llegaron al cementerio de vehículos, divisaron diez bandidos. Dante le dio su ballesta a Rick. – Sé que harás buen uso de ella, sé que tienes excelente puntería. Muy bien. Quiero a Rick y tres experimentados más, pero con rifles de francotirador. Comiencen a intercambiar armas y todas las municiones para dichas armas. Los demás, escóndanse detrás de las colinas. Shinigami viene conmigo. Un pelotón de cinco stalkers, elijan un capitán de entre los cinco y vayan a investigar la estación, que será nuestra nueva base. Los que lleven vivos más de dos años sabrán que ese lugar fue la base central de los Bandidos. Procedieron tal cual lo indicó su líder. Shinigami y Dante se presentaron ante los Bandidos. Estaban con la guardia baja pues creían que Shinigami era uno de ellos, como cualquier otro por su gabardina de ladrón. Sin embargo, uno de ellos reconoció la vestimenta y el escudo que tenía Dante, el de los Renegados. – ¿Qué los Renegados no habían desaparecido? – Yo no estuve aquí en dos años. –gruñó Dante– Osea, me tomo vacaciones y todo se va a la mierda. Pero yo soy distinto. Quiero crear una facción nueva, sin enemigos. Stalkers que puedan ser libres para comerciar con cualquier otro stalker y llevarse bien con todos como en hermanos igual que en Libertad. Stalkers que puedan vender sus servicios como los Mercenarios, pero a los necesitados. Stalkers que sigan un código como Deber. Stalkers con la determinación y voluntad de los Bandidos. Stalkers fraternos que trabajan juntos como los Solitarios. Stalkers de verdad. Nuestro objetivo es la protección de los secretos de la Zona, como Deber, pero dejando entrar a la gente, como en Libertad; sin embargo, los que deseen entrar deberán cumplir con ciertas expectativas, como buen estado de salud, valentía, determinación, conocimiento de armas, etc. Instruiremos a los novatos para que sean Stalkers competentes que puedan vender sus servicios, como lo hicieron los Mercenarios, pero yo seré quién elija los grupos que irán a dichas misiones, pues soy el líder y conoceré a todos los integrantes de mi facción: nadie más que yo puede aprobar el ingreso al clan. Tomaremos un territorio y lo haremos seguro, libre de radiación, anomalías y mutantes en las inmediaciones de la base central. Nuestra posición ante todas las demás facciones será neutral, pues los Stalkers estamos aquí para combatir a la Zona, no para matarnos entre nosotros. Debemos controlar la Zona para que ya no haya mutantes, ni anomalías, ni emisiones, debemos limpiar la Zona y hacerla un lugar seguro, tanto como podría serlo, para todos los que vivimos aquí. Somos conocidos como Apokalipsis, pues les “revelaré” nuestro plan para hacer un lugar decente para vivir en esta tierra marchita. ¿Qué me dicen? El grupo de bandidos estuvo deliberando un par de minutos hasta que su cabecilla se acercó a Dante y dijo: «está bien». – Ya descubrimos quién es tu acompañante, es el que llaman Shinigami, el que entró ayer por la avanzadilla matando a todos los soldados que estaban allí. Con él de tu lado, puedes ganar este territorio en un solo día. Además, ya nos cansamos de que todo el mundo nos odie por ser Bandidos, no nos podemos acercar a ningún pueblo para comerciar y el cocinero de la base es horrible. – Bienvenidos, hermanos, a la facción Apokalipsis. Soy el General Dante y veo que ya saben sobre mi Coronel Shinigami. Perfecto. Ya somos 57 hombres en este clan. Mientras el resto de la facción se acercaba al sitio y los exploradores regresaban, un grupo de 13 militares llegó corriendo con los brazos en alto a ese punto. – ¡Ayuda, por favor! Abandonamos al Capitán peleando contra Deber, ahora somos considerados traidores y el ejército nos matará, si es que no nos llevan a juicio. – Veo que perdieron todas sus armas. Pero es su día de suerte. –dijo el bandido que se acababa de unir– Están en presencia de la nueva facción Apokalipsis, un grupo paramilitar sin enemigos. Somos tan nuevos que no tenemos aliados ni oponentes. Si se unen a nosotros, dejarán de ser militares y podemos esconderlos hasta que sus superiores se olviden de ustedes. – ¿En serio? – Sí. –interrumpió el ex-Renegado– Soy Dante, General de Apokalipsis. Para esta hora, Deber ha de haber destruido todos los documentos que había en Agroprom, por lo que para el Estado, ustedes ya “no existen”, entonces son bienvenidos en mi facción. Mientras todos festejaban, los exploradores se acercaron a su General explicando que encontraron seis Bandidos y alguien no identificable en su próximo objetivo. La facción comenzó su marcha a través de los montículos de basura: latas, partes de vehículos, escombros de edificios, armas rotas, cartuchos de municiones olvidadas, cadáveres de stalkers y mutantes. Al llegar a la estación, la rodearon por ambos accesos, Este y Oeste, siguiendo el mismo plan de siempre: francotiradores, refuerzos, Dante y Shinigami tenían que hablar con los que estuvieran en la posición, pero el General ordenó a los ex-militares que lo siguieran a escondidas y entraran en el edificio sin ser detectados, pues serían el apoyo primario si la negociación fallaba. Luego de repetir de nuevo su discurso, Dante esperó respuesta de sus futuros socios, pero tardaban demasiado tiempo en deliberar. Cuando el cabecilla del grupo se acerco amenazó al General con una AK 74u, idéntica a la que Dante ya tenía en sus manos. En ese momento, uno de los ladrones que estaba mirando en su PDA, revisó el mensaje de anoche donde aparecía la fotografía del hombre que irrumpió en el Cordón el día anterior y lo reconoció en el Shinigami gritando «¡Es él!¡El asesino!¡El que entró al Cordón matando a los militares! ¡Hay una recompensa de 50 mil Rublos por él!». De repente, los bandidos tomaron sus demás armas, pero cuatro de los siete murieron por causa de los francotiradores en una fracción de segundo. Dante logró quitarle la AK 74/2 a su oponente, así manejaba ambas armas a mismo tiempo, matando a quien negó su oferta, quedaban dos con vida. Shinigami ya había desenfundado su pistola y, al instante, le voló la cabeza con una ráfaga de tres balas al último enemigo visible, solo quedaba una persona en el edificio y era la que no habían identificado. Comenzaron la búsqueda desesperadamente. Al cabo de media hora, habían encontrado a un hombre con capucha negra, lo habían atado de manos y lo arrodillaron frente al General y al Coronel. Dante ordenó que se le quitara la capucha, solo para ver a lo que parecía un civil indefenso. «Ése es» dijo Shinigami, mientras los demás lo miraron sorprendidos. – El traidor que yo estaba buscando. Mató a tres de mis hombres y a todos los que estaban y alguna vez estuvieron a su servicio. Luego escapó. – Esto no cambia las cosas, Shinigami. –le dijo– Ustedes siguen siendo unos inútiles, jamás podrán detener el renacimiento de la nueva cultura nacional-socialista. Ya no será un partido político, será una cultura global y comenzaremos tomando el país más fuerte del mundo. Aunque me mates, no podrás detener a mis nuevos superiores. – Cierra el culo, imbécil. Mataste a todos aquellos que seguían cualquier religión, muchos de ellos eran gente inocente que nada tenía que ver con nosotros ni nuestros objetivos. Y para colmo, te uniste al bando enemigo. Si crees que lograrán crear la raza suprema, estás equivocado, porque cuando te mate, me devuelvo a la Base y sigo con el trabajo de todos los días. – ¿Qué sucede? –preguntó Dante – Esta… cosa. –respondió su Coronel– Solía ser uno de mis colegas en mi agrupación, uno de los Capitanes. Nosotros deteníamos el avance de los pseudo-neonazis, que matan a gente de cualquier religión. Incluso matan a sus propios hombres, pues quieren crear una raza perfecta y limpiar el mundo entero. Y este sujeto tiene una muestra de mi ADN: restos de vendas, cabello, piel, sobras de comida y bebida, todas las cosas que tiene rastros de mí. Tengo un gen de metabolismo acelerado que me permite curar a mayor velocidad que un humano normal, y sin dejar cicatriz. No quiero que me clonen. Si ellos encuentran el gen, lo agregarán a su proyecto de ingeniería genética, con cosas que ya tenían, para hacer soldados artificiales, perfectos. –tomó la mochila de aquel traidor, tiró todas las cosas de stalker, dejando solo las muestras de ADN y lanzó la mochila al fuego– Lo siento, Stormgun, pero no lograste tu objetivo. –comenzó a caminar detrás de él, mientras sacaba su katana de la mochila– En descanso, Capitán. Con un rápido movimiento, realizó un corte limpio de precisión quirúrgica, que hizo que la cabeza del tal Stormgun se desprendiera y rodara un par de metros por el suelo. El cuerpo del difunto traidor cayó al suelo. El asesino tomó la chaqueta del traidor y la utilizó para limpiar la sangre de la katana, la cual luego guardó dentro de la mochila de nuevo. – Dante. Me quedaré un tiempo más aquí, me quedan cuatro días para llegar al Cordón y me esperará un trasporte que me saque de Ucrania. Lo mejor será que, como conocías este lugar hace dos años, lo acondiciones para que sea igual que como era entonces. No es bonito, pero habrá que quitarle los trajes a los muertos para que otros, vivos, los puedan usar. Hay que llamar a Sidorovich y pedir un encargo de trajes de Stalker comunes, para los novatos de nuestra facción, y los de rango alto y los que son experimentados y guardias usarán trajes con sistema de respiración cerrado, como el SEVA, que puedes comprar a Deber y Libertad, a ambos lados. Todo ese proceso de actualización tomará una semana o dos, yo ya me habré ido para entonces. Uno de los stalkers hispanos trabajó diseñando logotipos, él ya tienen un diseño para la insignia de Apokalipsis; se supone que tres de tus hombres saben bordar. Pero Rick no debe pertenecer a Apokalipsis, déjalo ser un Solitario, pues quiere vengar la muerte de su hermano matando Bandidos; si lo ven con tu insignia de Apokalipsis, te ganarás enemigos. Mañana iré a visitar a la facción Hela. A partir de ahora, yo ya no dirijo nuestro grupo de tres. Como puedes ver, hay 67 hombres que te siguen, esa es la fuerza mínima que se ha registrado de una facción jamás, según los veteranos. Tú eres el líder de todos estos hombres, ahora tú mandas. Si me disculpas, voy a conseguirme una insignia de tu facción, señor. El General quedó atónito ante la reacción de su nuevo amigo que ya había cumplido la única misión por la cual entró en la Zona, pero quería quedarse para ayudarlo un poco más a él y a su sueño de una facción neutral. Solo observaba cómo su Coronel temporal colocaba la cabeza de su enemigo en un frasco con vodka y otros químicos para preservarla. Luego lo vio tomar la PDA y el celular de Stormgun, para poder ir a pedir el bordado de una insignia. Entonces reaccionó: – Muy bien, soldados. Ya oyeron al Coronel. Comiencen a traer todos los escombros que encuentren en las cercanías. Muévanse en tres grupos de quince para hacerlo, los demás se quedan aquí. Los ex-Militares serán mis guardias, pero también quiero a ex-Bandidos cerca. Los Solitarios expertos serán guardias de las entradas, dejaremos el acceso del ferrocarril como única entrada al complejo. Y esta vez taparemos el enorme agujero que tiene el techo para que ni la lluvia, ni las emisiones, ni la radiación, ni los mutantes entren en el edificio de comando de nuestra base. Todas las cosas que les sobren, las dejan aquí para el mercader. Quiero que vayan al edificio en ruinas al Noreste de aquí, el que fue el “mercadillo” de los Solitarios. Hay túneles bajo tierra, quiero que los revisen porque, tal vez, nos podríamos mudar ahí. Vamos, señores, muévanse. |
Última Edición: 13 Nov 2010 18:03 por SaigoTenshi.
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