Bueno, aquí aparece por primera vez H.E.L.A., la facción creada Verónica.

Aquí se va viendo un poco más acerca de los "poderes" que tiene el Shinigami. Si, es bastante sobrenatural.

Luego, haré un mapa detallado, desde arriba, de la base de Hela, con los edificios y sus funciones.



H.E.L.A.

0700 horas, 6 de Junio de 2013, La Arena, Base de Hela en Rostok, La Zona.

Allí se encontraba él. Semidesnudo. Llevaba puestos sus pantalones y sus botas, pero a sus guantes les habían removido los protectores metálicos. Estaba dormido, hasta que un rayo de luz le dio en el rostro y comenzó a despertar. Oía pasos acercándose: botas e incontables objetos que colgaban mediante cinturones. «Un Stalker», pensó, mas su ritmo de caminata no era de hombre, sino de mujer. Tardó unos segundos pero lo reconoció. El mismo ritmo que una oficinista con sus tacones, pero el sonido era de un stalker, lo cual lo desconcertaba mientras abría los ojos.
Con la mirada borrosa, pudo distinguir a un stalker delgado, especialmente en la zona del abdomen. Su traje era similar a los de Deber, pero predominaba el rojo y había pocas partes negras y blancas.
Cuando su vista se aclaró, confirmó que se trataba de una mujer.

– Lo último que recuerdo es haber tomado un Artefacto del suelo a Norte de Rostok.
– Silencio, “hombre”, ahora estás en el dominio de la facción Hela. Y sí, cuando levantaste ese artefacto Burbuja, la guardia de la puerta se asustó y te disparó un tranquilizante. No deberías caminar de noche en nuestro territorio.
– Déjame adivinar: la nueva facción misteriosa que se instaló al lado de Deber.
– Exacto. Ahora eres un prisionero de guerra de Hela, aunque la verdad no acostumbramos a hacer esto. Estás en la Arena y me han encargado a tu cuidado. Ahora eres… un gladiador por así decirlo. Funciona como lo hacía Deber: debes luchar por tu libertad. He estado hablando con las organizadoras, si sobrevives todos los asaltos de hoy, te regalarán otro artefacto Burbuja, un artefacto Luciérnaga y un artefacto Llama, en lugar de darte dinero. Si tienes suerte, podrás salir hoy mismo de la Arena. Por cierto, la Burbuja que cogiste ayer, ayuda a combatir la radiación; la Luciérnaga aumenta tu velocidad de metabolismo y también tu salud, pero es radiactivo; la Llama acelera la coagulación de la sangre, cerrando las heridas más rápidamente; y si te portas bien, te regalaré un Copo de Nieve que anda sobrando, esto aumenta tu resistencia cardio-pulmonar significativamente, y da más energía para correr. Pero todos estos son radiactivos, necesitarás 3 artefactos Burbuja en total si quieres estar seguro, pero no es posible llevar más de 5 artefactos, así que tendrás que elegir bien qué harás con ellos. Necesitarás un buen traje de Stalker o algo mejor que esté blindado para usarlos sin que te perjudiquen.
– ¿Por qué me ayudas? Esos artefactos solo me harán más fuerte de lo que ya soy.
– Eres… lindo, y no quiero mueras. Además, solamente estabas paseando, te vi caminar despistado anoche: andabas sin rumbo, pudiste distinguir nuestra base pero evitabas acercarte. Como la chica que estaba de guardia anoche es novata, se puso nerviosa y te disparó. Y, pues, estabas ahí… quisieron traerte a la base, para que no te devoraran los mutantes, pero hubo una confusión y ahora eres prisionero de guerra. Sin embargo, no podemos fiarnos de ti todavía.
– ¿Cuál es el objetivo de tu facción?
– Al menos mereces saber eso. Defender a las mujeres. Muchas fueron traídas por la fuerza para ser convertidas en prostitutas, pero se unieron en una fuerza contra los cerdos que habitan la Zona y se liberaron de sus “amos”, quienes las tenían como esclavas.
– Eso es repugnante… digo, ¿Quién haría eso a una mujer?
– Mira, o tú eres homosexual, o estás drogado o eres raro.
– Lo último. Te aseguro que soy hombre, pero no como los demás: sé como tratar bien a las mujeres. –dijo llevándose la mano a la frente– Creo que no tengo más opción que hacer esta idiotez de gladiador… ¿Qué pasó con mis cosas?
– Bueno, las recuperarás cuando seas libre. Están guardadas y, como yo soy tu coordinadora, por así decirlo, guardo la llave.
– Creo que cometieron un error. Si piensas que soy lindo, entonces te dejarás llevar por tus sentimientos y no seguirás los protocolos, lo cual podría hacer que yo me aprovechara para tomar mis cosas. Ten eso en cuenta si quieres permanecer en tu trabajo.
– Oye… No creo que… un momento, nadie revela su plan antes de hacerlo, así que creo que… tal vez se pueda confiar en ti; piensas mucho. Ya vimos que eres algo astuto mientras desarmaban tus guantes.
– Si revelara mi plan, no tendría ninguna posibilidad de éxito, y no estoy planeando eso. Y gracias por lo del guante, lo hice para soltar bombas de humo. Ahora, yo solo vine por mi cuenta para saber qué era esta facción. Estaba de visita, me tengo que ir de la Zona en… tres días. Vine buscando a un traidor, y ya me hice cargo de él.
– Olvídalo. Con mucha suerte, te darán un permiso para circular “libremente” por nuestra base. Pero serás siempre seguido por dos guardias experimentadas, para que no hagas nada raro.
– Me parece justo.
– Por cierto. Tenías una insignia rara bordada en tu traje, no reconozco la facción.
– Apokalipsis. El último de los Renegados la formó hace dos días. Quieren ser neutrales ante todos y quieren cerrar el acceso a la central para que no se generen más emisiones, pero abriendo el acceso del resto de la Zona para gente capacitada para sobrevivir.
– Una facción ideal, ¿eh? Nosotras queremos proteger a las mujeres y tratar de llevar a las indefensas fuera de aquí. Si tienes suerte, puede que consigas un pasaje de ida fuera de la Zona, pero irías como prisionero temporal con una escolta hasta salir del Cordón.
– Bueno, háblame de las batallas.
– Perfecto. Debes luchar contra una de nuestras chicas, tú estarás completamente desarmado, semidesnudo…
– ¿Puedo cubrir mi rostro con mi bufanda roja?
– …está bien. Prosigo. Ella estará en las mismas condiciones, salvo porque tendrá ropa en el torso. Si la vences, te devolverán tu traje de Stalker. Ah, a todo esto, mi nombre es Ivanna. ¿Cómo dices que te llamas, hombre?
– Shinigami. Ése es mi nombre código, lo es desde antes de conocer siquiera la existencia de la Zona.
– Bueno, tal vez tenga una buena razón para no revelar tu nombre. Por ahora, confiaré en ti, pero si te comportas de manera extraña, te encerraremos aún más tiempo.

Ivanna tomó al asesino del brazo y lo llevó a la puerta de la Arena. Al entrar, escuchó desde el altavoz:

– Y en esta esquina, un “hombre” que fue encontrado ayer en nuestro territorio haciendo de turista. Se desconocen sus inten… Esperen, me acaba de llegar información, su nombre es “Shinigami”, eso parece ser de Japón, así que será un mal modelo de hombre. –escuchaba como todo el público lo abucheaba
– ¡¡Soy español!! –gritó el asesino – ¡¡Pero soy huérfano y… ¿Para qué me molesto?
– Chicas, vemos que se ha irritado un poco. Pero por los rasgos de su rostro ya les digo que dice la verdad en algo: no es japonés. Ya tenemos un esclavo.
– Maldita sea. –susurraba sin poder detener a la comentarista
– Y comienza la batalla.

Shinigami comenzó a avanzar sigilosamente, cerca de las cajas y escombros que conformaban los obstáculos de la Arena de Hela, era un edificio al Norte, junto a las vías del tren; un edificio visible pero inaccesible para los stalkers que caminaban de la base de Deber hacia el Territorio Salvaje.
Él divisó a su oponente caminando can cautela, una mujer de apariencia frágil, llevaba el cabello recogido en un rodete y usaba lentes, parecía un estereotipo. Pero por la posición de sus piernas, él advirtió que ella conocía artes marciales. Dejó su táctica de asesino y la encaró de una vez.
Se acercó caminando con toda naturalidad, tal cual hizo al entrar al Cordón, mientras ella le lanzaba una patada giratoria. Él detuvo la patada con su mano y luego la tomó por las muñecas, poniéndoselas detrás de la espalda para que no pudiera atacarlo.
El conteo de diez a cero había comenzado, si ella no hacía algo pronto, perdería el combate. Ella intentó realizar una patada para incapacitar el punto débil del hombre, pero él cerró sus rodillas, atrapando el pie de la chica, que ahora había quedado completamente indefensa.
El conteo llegó a cero y él la soltó. Enfurecida, intentó conectar un codazo al estómago del asesino, pero fue detenida de nuevo por el rápido movimiento de manos que más parecía un baile de tango.

– Ya basta. El ganador es Shinigami. No ha demostrado señales de agresión directa hasta ahora, tal vez lo habrán capturado por accidente y en realidad estaba perdido en el camino. No se vayan que en diez minutos será el combate entre Rosa y Yuri, dos posturas distintas al mismo problema.

Una vez dentro de su “camerino”, Shinigami se puso sus ropas y su Traje de Stalker.
Tres miembros de alto rango de la facción Hela entraron y lo sometieron a cuatro análisis de detectores de mentiras al mismo tiempo. Le preguntaron quién era, a qué facción pertenecía, qué hacia en la Zona y por qué estaba en Rostok. Les dijo lo mismo que a Ivanna y los detectores dieron resultado negativo, lo que indica que era verdad lo que estaba diciendo, o que en realidad sabía cómo funcionaban esos aparatos para que no detectaran una mentira.
Le dieron su linterna, su extraña daga, su PDA, la Burbuja, sus pistolas y las municiones, pero nos las dos espadas. Lo metieron de nuevo en la arena y soltaron un jabalí mutante para que se enfrentara a él.
Lo primero que hizo fue subir a un lugar donde el mutante no pudiera alcanzarlo. Tomó la Desert Eagle y disparó una sola bala al cráneo del animal. La bestia cayó al suelo, desplomándose.

– Vaya, chicas, la batalla más rápida que jamás he visto. Intuyo que es bastante peligroso este tío, ya vimos que no le gusta hacer rodeos, una leve señal de sinceridad. Pero ya le hicieron los exámenes: es español, radicado en Japón, fue policía, luego militar en una guerra, y luego volvió a ser policía; entró a la Zona buscando a un traidor al cual ya ha matado, desgraciadamente, debe cargar con la cabeza del sujeto, eso le da varios puntos en contra. Sin embargo, es amable y le gusta la idea de proteger a las mujeres, quizás nos pueda ayudar. Pertenece a la nueva facción Apokalipsis, fundada hace dos días. Son neutrales ante todas las facciones, quieren cerrar la Central Nuclear para que ya no haya emisiones, pero abrir el resto de la Zona a gente capacitada; ya han investigado a la facción y resulta que está diciendo la verdad, pero se niegan a dar el número de integrantes, esto significa que no son idiotas como otros que conocemos. Vino hasta aquí porque oyó de nosotras y quería ver cómo era nuestra facción antes de conocer a cualquier otra. Es soltero, porque yo lo digo; tiene 22 años, pero tiene planeado irse para terminar su trabajo. Aunque tal vez no lo dejemos irse por un tiempo. Ahí lo tienen, Shinigami.

Se escuchaban algunas ovaciones entre los gritos de las mujeres en las tribunas de la Arena. Pero rápidamente fue llevado a su sala otra vez. Esta vez le devolvieron el equipo completo. Lo primero que hizo fue colocar La Burbuja en su cinturón, luego colocó los protectores metálicos en sus guantes y comenzó a revisar su equipo. «Tengo una premonición» le dijo a su coordinadora. Luego de un incómodo silencio, ella comenzó a darle consejos.

– Muy bien, guapo. La batalla final y serás libre, dentro de lo que cabe. Y eso que todavía no es mediodía. Irás contra un grupo de prisioneros que tenemos desde hace tiempo, como se comportaron terriblemente mal ante nosotras y nuestras reglas están condenados a muerte. Son de varias facciones, quizás se peleen entre ellos. Por el bien de tu clan, ellos aún no han oído hablar de los Apokalipsis y ya les quitaron todos sus dispositivos de comunicación. Para la batalla tendrás todo tu equipo, a ellos les han dado escopetas y rifles de francotirador; letales, de cerca unos, de lejos otros. Ahora ve a la puerta de la Arena y espera a que te abran.

Luego de unos minutos, el asesino comenzó a caminar hacia el interior de la Arena. Escuchó a la comentarista decir que en el centro de la habitación había una chica de Hela que tenía una versión para mujer del mayor traje jamás hecho para Stalkers, simplemente lo denominaron F-SEVA. El objetivo era proteger a la dama. Alzó la vista notó que tenía seis fanáticas entre el público, la mayoría lo veía como un hombre normal y algunas pocas lo odiaban.
Tomó su katana, espada japonesa, y su alfanje, espada árabe que hacía juego con la daga, y se acercó a una pared con mucha aceleración. Tras pasar la mitad del salón, comenzó a correr por la pared en sentido horizontal. Al divisar a sus adversarios, saltó en dirección a ellos blandiendo sus espadas, cortando las cabezas de dos de los cuatro enemigos. Mientras aterrizaba, sacudía las espadas para limpiarlas y las guardaba en sus vainas. Desenfundó su AK 74u y lanzó un solo disparo, en el entrecejo del enemigo que poseía la escopeta, el infeliz quedó mirando estupefacto mientras su visión se nublaba y caía al suelo. Solo quedaban un prisionero con rifle Vintorez.
Le disparó a quemarropa, la bala atravesó todo el cuerpo del Shinigami, entrando por el hombro y saliendo por la misma altura del lado de la espalda. El simple impacto hizo salpicar una pequeña cantidad de sangre mientras atravesaba. El cuerpo del asesino cayó al suelo, mientras sangre brotaba de la herida y manchaba la sucia arena. Las espectadoras comenzaron a gritar de terror.
El bandido comenzó a reír, mientras la chica con el F-SEVA se ponía nerviosa, pues no le dieron ningún arma. Miraba aterraba al Bandido que se encontraban allí. Se aferró con fuerza a la caja donde estaba sentada, sus hombros temblaban por el alto nivel de estrés.
Del otro lado de las puertas, guardias ya se estaban preparando para entrar y rescatar a la chica. También tenían F-SEVA, pero versiones modificadas para ser más resistentes. Poseían rifles de asalto Abakan y municiones especiales. La atmósfera se ponía tensa, pues necesitaban un permiso para ingresar y no querían perder a una de sus compañeras.
El asesino susurró unas palabras incomprensibles que parecía ser Latín. En su guante, aparecieron una especie de garras metálicas, siguiendo la posición y forma de las uñas, terminando en largas puntas agudas y afiladas, hacían juego con los protectores metálicos de color dorado. La hemorragia disminuía, pero la herida seguía siendo grave. El público se silenció mientras el asesino se ponía de pie.
Iniciando un sigiloso avance con un andar tambaleante, como de zombi. Aprentó el cuello del Bandido, mientras las garras doradas se clavaban en su cuello, con la Desert Eagle, «Kon… ban… wa…» dijo de manera entrecortada, lo cual significaba “buenas noches” en japonés, y deslizó su dedo con delicadeza por el arma, abriendo fuego. Le voló la tapa de los sesos, salpicando sangre por doquier. Pero su mano seguía en el aire, como si estuviera sujetando algo; era el alma del Bandido, una silueta traslúcida que la mayoría de los humanos son incapaces de ver. Las almas de los otros difuntos habían sido arrastradas hacia el Norte, hacia la Central, y el alma del Bandido también parecía estar siendo arrastrada. El Shinigami la soltó y el alma fue movida fugazmente hacia el Norte. Él dijo «Yo soy la Muerte», mientras se daba vuelta y se marchaba.

Suspiró. Las garras de sus guantes desaparecieron. El público estalló en una ovación general mientras se abrían las dos puertas de acceso a la Arena, entrando en total 12 guardias de Hela para asegurar el perímetro.
La dama que debía ser rescatada corrió hacia el Shinigami, quitándose el casco. Era Ivanna, quien lo abrazó y le golpeó en el pecho diciendo «Hijo de puta, casi nos matan». Él retrocedió, pues el golpe dio en la herida casi cerrada, la velocidad de curación del Shinigami era bastante rápida, pero eso no lo hacía invulnerable al dolor.
Mientras ella se disculpaba. Una mujer de pelirroja, sin capucha, se acercó con dos escoltas. Esta mujer directamente le habló en japonés, lo cual sorprendió al asesino pues era la primera persona que no le hablaba en ruso o ucraniano o español.

– ¿Con que Shinigami, eh? Soy Yagami, Nika. Me alegra ver a alguien que, en cierta forma, se parece a mí. –él se sentó en una pila de escombros para recuperar el aire– Te suplico disculpes el comportamiento de algunas chicas, llevan mucho tiempo aquí.
– Bien, te revelaré que mi apellido real es Tenshi, pero sería estúpido usarlo junto con mi pseudónimo. ¿Cómo puedo ayudarte?
– No creo que puedas. Tengo que rescatar a una amiga, pero debo encontrar el lugar primero. En otro asunto, los rangos superiores de Hela se han enterado de ti. Te necesitan para una misión. Pero será mejor primero llevarte a la enfermería.

un superheroe termino siendo shinigami

jajajaja, algo así