Vamos terminando con la primer saga, se acerca el final.

Divide y Vencerás

0952 horas, 7 de Junio de 2013, El Vertedero, La Zona.

El grupo se había divido en tres la noche anterior, gracias a los esfuerzos de las mujeres. Cada grupo llevaba consigo algunas de las mujeres que debían ir a Apokalipsis o fuera de la Zona.
El primer grupo se componía de Nika en cuanto a primeros auxilios, Vlad era la principal fuerza agresiva e Irina con velocidad y sigilo, la fuerza agresiva secundaria, y Konstantin cargaba las demás armas, municiones, etc., listo para apoyar al pequeño grupo cuando fuese necesario.
El segundo grupo tenía a Ezequiel cargando los botiquines y el equipo de apoyo, pero con su Vintorez listo, apuntando en todo momento; así, la fuerza de ataque primaria era Oleg, y la secundaria era el Shinigami.
Y el último grupo tenía a Tagu como médico y al callado Dimitri en apoyo, el pobre albino de Zombi era la fuerza de ataque primaria por su agresividad casi reprimida y la fuerza secundaria era el extraño Hoffman, mientras Alek vigilaban la retaguardia.
Los tres grupos avanzaban distanciados, con más de 150 metros entre ellos.
El primer grupo ya había llegado a la base de Apokalipsis a esa hora, tras haber recorrido un sendero tranquilo en la madrugada. El grupo segundo se estaba comenzando a desviar para acceder por la única puerta abierta del complejo, el acceso Oeste. Pero el tercer grupo se encontraba pasando el sector en donde alguna vez los Solitarios establecieron un mercadillo, un edificio destruido con un par de silos cerca, era un lugar donde se movilizaban bastantes miembros de Apokalipsis, intentando hacer algo en el subterráneo.

Los Nazis. Un grupo de supuestos “nazis” se encontraba camino al Vertedero la noche anterior. Había reclutado a todos los Bandidos restantes, vivos, del cruel Valle Oscuro. Su pequeño ejército no solo abarcaba dos pelotones de Deber, sino dos de Libertad, y tres de los Bandidos. Todos ellos llevaban una insignia con una esvástica nazi, aquella que con las puntas al revés y que se tuerce en 45º. Las llevaban en lugar de sus insignias de las facciones.
Se habían reformulado los siete pelotones, mezclando a sus miembros con otros de distinta facción, generando algunos enfrentamientos menores, inestabilizándolos.
Tres de esos siete, avanzaban hacia el Oeste, en “curso de colisión” con el tercer grupo que guiaba a las mujeres, mientras el resto iba hacia el Norte, por el camino desde donde el Shinigami alcanzó el Vertedero hacía pocas horas.

Shinigami se quitó parte de la bufanda, revelando toda la máscara de calavera. Cuando le preguntaron, dijo que estaba hecha de un material experimental antibalas, construida en dos piezas: el rostro y la mandíbula. Luego notó que los pseudosperros había rasguñado bastante su traje, especialmente en la zona de los brazos, por lo que arrancó las mangas desde la altura del hombro, revelando las cadenas alrededor de sus antebrazos.

– La verdad no me gusta la actitud de Vlad. –se quejó Ezequiel– Debe estarse violando a alguna de las mujeres, o incluso a Irina o Nika.
– O ambas a la vez. –susurró Oleg
– ¿Qué dijiste? –Ezequiel estaba enfurecido
– Nada, imbécil. –Oleg miró a otro lado
– Ya, basta… Oye, Shini… no-sé-cuánto. –Ezequiel aceleró la marcha
– Shinigami. –dijo quitándose la gabardina de bandido y vistiéndose la gabardina roja que tenía guardada– ¿Qué sucede…

Pero recibieron una llamada por sus PDA. Rosa, junto a Tagu, llamaban a Nika, Irina, Shinigami y Vlad, estaban siendo atacados y necesitaban a Nika para sanar a los heridos lo antes posible y a esas tres personas que pudieran matar a velocidad relámpago como el excéntrico Hoffman. Shinigami ni siquiera logró entrar en la base Apokalipsis para ver a sus antiguos colegas, tuvo que salir corriendo, desenfundando dos pistolas Desert Eagle.
Cuando los cuatro llegaron, el ataque había cesado. Habían muerto tres mujeres. Cinco mujeres, Zombi y Dimitri estaban heridos, y los tres pelotones enemigos habían sido abatidos por la fuerza de ataque del tercer grupo de mujeres.
Nadie lo sabía. El comandante de la facción Nazi estaba observando con otros dos pelotones a poca distancia, mientras los dos restantes estaban saliendo del Vertedero hacia el Norte.