Un padre y un hijo muy vagos, que están tumbados en el sofá a las doce del mediodía.
Y dice el padre:
-Antoñito, levántate y mira por la ventana, a ver si está lloviendo.
Y dice el hijo:
-Papá, llama tú al perro, a ver si está mojado
En Los 100 Rads entran un stalker veterano seguido de un avestruz. Todos les miran asombrados. El stalker llega hasta el tabernero y dice:
-Ponme una cerveza.
Y el avestruz dice:
-Otra para mí.
El tabernero les pone las cervezas, se las beben, y dice el stalker.
-¿Qué te debo?
-40 rublos.
El veterano mete la mano en el bolsillo, saca el importe exacto, paga al tabernero y se van los dos.
Al día siguiente vuelven.
-Una cerveza, por favor - dice el stalker.
-Otra para mí - dice el avestruz.
Cuando se las han tomado, el stalker pregunta el precio, de nuevo 40 rublos, mete la mano en su bolsillo y saca el importe exacto.
Al día siguiente aparecen los dos de nuevo.
-¿Lo de siempre? - pregunta el tabernero.
-No - dice el stalker - Ponme un vodka.
-Tomaré lo mismo - dice el avestruz.
El tabernero les mira mientras se lo beben, y una vez lo han hecho, el stalker pregunta el precio.
-110 rublos.
El stalker saca el importe exacto del bolsillo, y paga. Entonces el tabernero le pregunta:
-Disculpa. ¿Puedes decirme cómo sacas siempre justo lo que me debes del bolsillo?
-Muy fácil. Hace unos días conseguí llegar hasta el Genio. Y me concedió dos deseos. La primera cosa que pedí fue poder pagar siempre lo que comprase.
-Muy inteligente - respondió el tabernero - Podías haber pedido ser muy rico, pero el dinero se hubiera ido gastando poco a poco. De este modo te aseguras ser siempre rico, ya que da igual lo que compres, siempre podrás pagar, ya sea una cerveza, un exoesqueleto o un Ferrari. ¿Y cuál fue el segundo deseo?
-Ahí cometí mi error. Pedí una "linda pavita de piernas largas".